TOKIO. Japón declaró ayer ilegal la entrada en un radio de 20 kilómetros de la planta nuclear de Fukushima Daiichi, de donde fueron evacuadas unas 80.000 personas que esperan en refugios temporales a que se decida sobre su futuro.

La prohibición entró en vigor en la medianoche de ayer (15.00 GMT), según anunció el primer ministro nipón, Naoto Kan, durante una visita a la provincia de Fukushima.

En el territorio convertido en zona de exclusión vivían unas 80.000 personas antes del devastador tsunami del 11 de marzo. La mayoría de los vecinos fueron evacuados tras el desastre, pero todavía hay algunos, en su mayoría ancianos, que se resisten a dejar sus hogares.

La urgencia de la situación del 11 de marzo hizo además que los vecinos dejaran atrás documentos de identidad, dinero, libretas bancarias o pasaportes. Por eso, pese a la nueva prohibición de paso, el Gobierno ha asegurado que concederá permisos especiales para que los residentes puedan entrar brevemente en la zona de exclusión para recobrar sus pertenencias.

Los permisos se darán a un solo miembro de cada familia, que podrá estar en el área un máximo de dos horas, enfundado en un traje protector y con un dosímetro para medir la radiación. Aquellos que entren estarán acompañados por expertos de la central nuclear y, al salir de la zona, serán sometidos a un examen de radiactividad, detalló el ministro portavoz, Yukio Edano, en una rueda de prensa.

filtraciones radiactivas Sustancias radiactivas 20.000 veces por encima del límite legal anual se filtraron al mar desde la averiada planta nuclear de Fukishima entre el 1 y el 6 de abril (fecha en que fue contenida), informó ayer la empresa operadora, TEPCO. Según la agencia local Kyodo, en esos seis días se escaparon al mar cerca de 520 toneladas de agua con elevada radiactividad procedente del reactor 2 de la planta.

En cuanto al estado de los reactores, la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón confirmó ayer la estabilización del sistema de refrigeración en la planta de Fukushima-2, lo que supone un punto clave en la reparación definitiva de las instalaciones, cercanas a las de Fukushima-1.

La agencia nipona informó, en este sentido, de que los ingenieros lograron reparar el sistema de refrigeración y mantener la planta en "cierre frío" durante las últimas semanas. Fukushima-2, que dispone de cuatro reactores y una potencia de 4.400 megavatios, se encuentra a unos diez kilómetros de distancia de su compañera, que aún sigue filtrando radiación.