Bruselas. Un mes después de que las primeras bombas de precisión lanzadas por cazabombarderos franceses cayeran sobre posiciones de las tropas leales al coronel Muamar El Gadafi, ni Europa ni Occidente parecen ver el final de túnel en un conflicto que podría convertirse en crónico. Los bombardeos de las fuerzas de Gadafi y de la OTAN se intensificaron ayer en Libia, mientras Naciones Unidas lograba abrir un corredor humanitario y los rebeldes, que buscan ayuda en Europa, cifraban en alrededor de 10.000 los muertos desde el inicio del conflicto.

Las tropas gadafistas, que continúan sus ataques de artillería a Misrata, asediada desde hace dos meses, lanzaron ayer una dura ofensiva en la zona de Yebel Nafusa, al suroeste de Trípoli y en las proximidades de la frontera con Túnez. Según fuentes rebeldes, al menos 110 personas han muerto durante los bombardeos gadafistas en los dos últimos días en esa zona, especialmente en Nalut.

En Misrata, los últimos combates fueron intensos y de extrema violencia entre los gadafistas y los rebeldes, con al menos 15 muertos contabilizados a última hora de ayer. Los enfrentamientos tuvieron lugar en la principal arteria de la ciudad libia, la avenida de Trípoli, donde se habían concentrado decenas de francotiradores gadafistas. Mientras, los aviones de combate de la OTAN bombardeaban la capital y Sirte, la ciudad natal del coronel.

Petición de ayuda a Europa Mientras se intensifican las acciones sobre el terreno, el presidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT), Mustafá Abdelyalil, se encontraba ayer en Roma como parte de un viaje por Europa en busca de apoyos a su causa. En la capital italiana, Abdelyalil cifró en alrededor de 10.000 los muertos por el conflicto y pidió a la coalición aliada bajo mando de la OTAN una mayor protección, puesto que los ataques aéreos actuales "no son suficientes".

Abdelyalil compareció junto al ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, al término de una reunión en la que el líder de los opositores libios informó a las autoridades italianas de la actual situación del conflicto libio. "El presidente Abdelyalil nos ha hablado de 10.000 muertos en Libia, víctimas de un régimen sanguinario, y de entre 50.000 y 55.000 heridos", explicó Frattini, en una comparecencia de prensa retransmitida en directo por televisión. Ante esa abultada cifra de muertos, el presidente del CNT hizo un llamamiento a los países que participan en la coalición aliada, a quienes manifestó que los ataques aéreos actuales sobre Libia "no son suficientes y, de este modo, no existe la protección total de los civiles". Abdelyalil indicó que "es necesario averiguar qué herramientas se pueden facilitar a los libios para permitirles que se puedan defender". Este encuentro precede al que el líder de los rebeldes libios mantendrá hoy en París con el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

Corredor humanitario Asimismo, la ONU anunció ayer en Ginebra que ha logrado abrir por primera vez un corredor humanitario en Libia por el que llevar asistencia alimentaria al oeste del país para los civiles afectados por el conflicto armado. Un convoy de ocho camiones cruzó el lunes la frontera libio-tunecina con alimentos suficientes para 50.000 personas durante un mes y se dirigía ayer al noroeste, precisó el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Los alimentos, que serán entregados a la Media Luna Roja libia, están destinados a los grupos más vulnerables en Trípoli, Zintan, Yefrin, Nalut, Mezda, Al Reiba y Al Zauiya.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia también ha enviado ayuda que está en camino por barco a Misrata, donde unos 20 niños han muerto directamente a causa del conflicto, según Unicef. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) indicó, por su parte, que el barco fletado para llevar ayuda a Misrata y evacuar a los casi 5.000 inmigrantes atrapados en la ciudad realizará un tercer viaje.

Mientras, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) reveló que cada vez más libios huyen de las zonas montañosas del oeste hacia el sur de Túnez, con una media de 1.000 personas diariamente "La mayoría son familias procedentes de la ciudad de Nalut, a unos 50 kilómetros de la frontera con Túnez. Ellos han confirmado que las zonas montañosas del oeste sufren el ataque de las fuerzas gubernamentales desde hace un mes y que la presión aumenta día a día", explicó el portavoz Andrej Mahecic.