Bruselas/Washington. La OTAN decidió ayer hacerse cargo de las misiones de protección de la población civil libia, lo que implica la dirección de los ataques contra objetivos terrestres y la asunción del control de todas las operaciones militares en Libia. Sus 28 miembros cerraron un acuerdo para que la Alianza "implemente todos los aspectos de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a los civiles y las zonas pobladas de las amenazas de ataques por parte del régimen de (Muamar al) Gadafi", explicó una fuente aliada. "La OTAN aplicará todos los aspectos de la resolución de la ONU. Nada más, nada menos", afirmó el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen.
La decisión, acordada por los embajadores de los países miembros de la organización, supone que la Alianza Atlántica controlará todas las operaciones militares en torno a Libia. "Los Aliados de la OTAN han decidido asumir toda la operación militar en Libia bajo la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", resumió Rasmussen.
La OTAN ya pactó el pasado jueves hacerse cargo del mantenimiento de la zona de exclusión aérea, y ya antes había acordado vigilar con una operación naval el cumplimiento del embargo de armas, también en cumplimiento del mandato de Naciones Unidas.
Hasta ahora la vigilancia de la zona de exclusión aérea y la protección de la población civil ha estado a cargo de una coalición de países voluntarios encabezada por Francia, Reino Unido y Estados Unidos. "Actuaremos en estrecha coordinación con nuestros socios internacionales y regionales para proteger al pueblo de Libia", resaltó el secretario general. Rasmussen añadió que se han cursado instrucciones al comandante de las operaciones de la OTAN, a fin de "comenzar a ejecutar esta operación inmediatamente".
El teniente general Charles Bouchard, de la Fuerza Aérea canadiense, será el responsable de las operaciones de la OTAN en Libia.
Bouchard es actualmente el jefe adjunto del Mando Aliado Conjunto de Nápoles (Italia), desde donde se dirigen las acciones en el país norteamericano.
desalojar Por su parte, EEUU ya había manifestado su intención de poner fin a su misión militar en el país esta semana. El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, priorizó la necesidad de pasar a estudiar con otros países cómo desalojar del poder al líder libio, Muamar Gadafi, comenzando por la conferencia sobre Libia que se celebrará mañana en Londres. "Su capacidad para desplazar vehículos acorazados, para avanzar hacia Benghazi o un lugar similar ha sido absolutamente eliminada", afirmó Gates .
Gates compareció junto a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y ambos destacaron que la próxima cumbre de Londres, en la que participarán los países miembros de la coalición internacional, servirá para impulsar una vía política para desalojar a Gadafi del poder. Esta cumbre servirá para, según Clinton, "empezar a centrarse en cómo vamos a ayudar a facilitar esa transición en la que (Gadafi) abandone el poder". El responsable de Defensa aseveró que incluso algunos de los aliados de Gadafi podrían volverse contra él. "Tenemos más cosas en nuestra caja de herramientas además de martillos (...). No se debe subestimar la posibilidad de que el propio régimen quiebre", agregó Gates. "Empezaremos esta misma semana, durante la misma o la siguiente, más o menos, empezaremos a disminuir los (...) recursos (militares) que hemos comprometido", señaló Gates, que recordó una vez más que el presidente Barack Obama ha descartado cualquier intervención militar estadounidense sobre el terreno.
"Al final esto tendrán que solucionarlo los propios libios. Quizás la ONU puede mediar o algo así, pero en términos de implicación militar, el presidente ha puesto unas limitaciones muy estrictas", recordó el secretario de Defensa estadounidense.