Parala mayoría de los que están aquí en este momento, se trata de la mejory la única opción de escapar de una situación demasiado compleja, que aveces les parece sacada directamente de una película, en la que nosaben hasta que punto hay riesgo de contaminación radiactiva y en quégrado les afectará en su salud y en su futuro.

Hablando de películas, el último estreno del director Clint Eastwood titulado en inglés Hereaftery que trata sobre un tsunami con algunas escenas muy similares a lasque se están dando en la propia vida real, dejó de proyectarse en loscines japoneses porque "no es el momento adecuado", informaron desde laproductora.

En la planta de salidasdel aeropuerto, hay matrimonios con hijos con destino a países comoTailandia y Malasia, donde estarán unos días hasta comprobar cómoresponden los reactores de la planta nuclear de Fukushima.

Haytambién periodistas asiáticos, americanos y europeos que han venidodesde otros países a cubrir el terremoto y el tsunami pero que han dadopor finalizado el trabajo cuando comenzaron las explosiones y laposterior radiación nuclear perjudicial para la salud.

Esel fin de unos días de cobertura especial en los que nada es normal, laadrenalina sube y permite aguantar largas horas de trabajo, los ojosconsiguen estar abiertos como platos horas y horas de seguido, y laqueja se cae por si sola al ver el panorama de los que nos rodean y queno pueden huir a ningún otro lugar.

Algunoshan visto las zonas más afectadas, con mayor perdida material y devidas humanas, y han llegado a la zona cero del terremoto gracias alpago de altos precios por el alquiler de un coche con conductor para ira un destino en el que falta gasolina, agua y comida.

Enmenos de una semana, trayectos de ida y vuelta entre varias capitalesdel mundo y Tokio se encontraban en los 400 euros, pero ahora hanpasado a cotizarse muy alto, llegando incluso a unos 2.000 euros.

Enel caso de los japoneses, algunos también se van a otros países, dehecho los viajeros de esta nacionalidad que proceden de Nagoya, Osaka oTokio con destino a Filipinas han aumentando en los últimos cinco díashasta un 30%, según datos facilitados por las compañías aéreasfilipinas.

Los residentes localestambién se mueven por tren, normalmente de los que salen de la estaciónde Kioto y que les lleva a una variada rama de destinos, de ciudadesdel sur de Japón, donde no parece fácil que el viento lleve la nubetóxica.

Son ciudades como Osaka,Kioto e Hiroshima, situadas al sur del mapa del país nipón y donde espoco probable que llegue la reacción nuclear por el aire, pero ante laduda, los periodistas, fotógrafos y freelancers prefieren informar lomejor posible sin tener que asumir riesgos excesivos.