TOKIO. El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio ha concluido la jornada con un deplome del 10,55%, el más grave desde octubre de 2008 y el tercero más acusado de su historia, hasta situarse en 8.605,15 puntos, al agravarse la situación en la central nuclear de Fukushima.
El selectivo de la Bolsa de Tokio encadena dos sesiones consecutivas con fuertes caídas tras el terremoto que sacudió el país el pasado viernes, después de que en la jornada del lunes perdiera un 6,18%.
Las acciones de Tokyo Electric Power (Tepco), propietaria de los reactores nucleares afectados, volvió a cerrar la sesión cerca del límite a la baja, con una caída del 25% de su valor.
Por su parte, el Banco de Japón (BOJ) ha anunciado este martes que inyectará tres billones de yenes (26.433 millones de euros) en los mercados, que se sumarán a los cinco billones (43.719 millones) aportados horas antes.
Estos ocho billones de yenes se suman igualmente a los 15 billones (131.145 millones de euros) que ya aportó el lunes para aumentar la liquidez de las entidades financieras y evitar un colapso del sistema.
En este contexto, el ministro de Política Económica y Fiscal, Kaoru Yosano, ha señalado, en una conferencia de prensa ofrecida tras la explosión, la importancia de mantener abiertos los mercados nipones, pues su clausura podría tener un impacto negativo en el ámbito internacional.
Ya el domingo, el funcionario advirtió de que sería necesario adoptar medidas "estrictas" para evitar los ataques especulativos contra la economía japonesa, en línea con lo manifestado por el primer ministro, Naoto Kan.