roma. El proceso Mediaset, que juzga a Silvio Berlusconi por un supuesto delito de fraude fiscal, se reanudó ayer ante el Tribunal de Milán sin el primer ministro italiano, quien fue declarado contumaz (en rebeldía) al no solicitar acogerse a la ley que permite justificar su ausencia por motivos de agenda. El juicio Mediaset, que había quedado suspendido en abril de 2010 a la espera de que el Tribunal Constitucional se pronunciara sobre el último escudo judicial de Berlusconi, volvió a ponerse en marcha ayer en una audiencia que sirvió para abordar el calendario de próximas vistas del proceso.
La primera tendrá lugar el próximo 11 de abril en la misma Primera Sección Penal del Tribunal de Milán y a ella es "probable" que acuda Berlusconi, quien ayer estuvo representado por los dos abogados que batallan en todos sus procesos judiciales, Niccolò Ghedini y Piero Longo. "Nuestra intención es seguir el proceso y tener la posibilidad de defendernos", añadió.
El Tribunal juzga la compraventa de los derechos de transmisión de películas estadounidenses por parte de Mediaset (el grupo de Berlusconi que controla la española Telecinco) bajo la sospecha de un aumento artificial del precio real de los derechos para evadir dinero al fisco. Los jueces, que juzgan a otros once imputados por este caso, declararon contumaz al primer ministro después de que sólo acudieran sus abogados sin acogerse al impedimento para excusar su ausencia. La defensa del primer ministro había anunciado que no intentaría apelar a la ley del legítimo impedimento, que había propiciado la suspensión de los juicios al Cavaliere en base al mecanismo autónomo de justificación que establecía la ausencia del político y que el Constitucional se encargó de echar abajo. Berlusconi, quien dice no tener ya móvil para no ser "espiado" dijo querer ir (al juicio).