ZARAGOZA. El cooperante aragonés Cayetano Morales, miembro de la Organización No Gubernamental (ONG) ARAPAZ, quien ha sido evacuado de Libia esta semana en un reactor de las Fuerzas Armadas Españolas, ha alertado este sábado de que el Aeropuerto Internacional de Trípoli se ha convertido en una suerte de "campamento de refugiados".

Morales, afincado desde hace años en Barcelona, ha relatado a Europa Press su salida de Libia, en cuyo desierto se encontraba de vacaciones, a causa de la rebelión popular contra Muamar Gadafi.

Morales ha explicado que el grupo de cinco ciudadanos españoles con los que realizaba una ruta turística en torno al enclave desértico de Awari, en el sur del país, tuvo que acceder a la cercana ciudad de Sabha a través de una pista de arena, ya que el guía que les acompañaba, de nacionalidad libia, temía que grupos incontrolados favorables al dictador interceptaran el grupo, ya que algunas carreteras están cortadas.

Tras llegar, en un avión de línea regular de Lybian Air Lines desde Sabha hasta Trípoli en la noche de este miércoles, 24 de febrero, la comitiva tomó un autobús, fletado por el guía, y atravesó los controles dispuestos por la capital libia por mercenarios ataviados con el pañuelo de la Revolución Verde de Gadafi y que les dejaron circular libremente al conocer su condición de turistas. "No problem', nos decían haciendo el signo de la victoria", ha explicado Morales.

El grupo de turistas españoles se concentró en el Hotel Urg al Medina, donde el suministro de agua corriente y electricidad funcionaba normalmente. Allí pasaron la noche, durante la cual "algunos oyeron disparos por todas partes", en la vía pública, ya que los rebeldes utilizan la noche para levantar barricadas y hacer frente a las tropas gubernamentales.

Los teléfonos móviles de los ciudadanos extranjeros llevaban varios días sin funcionar. De hecho, Morales sólo recibió dos SMS en los últimos cinco días de estancia en Libia y no pudo realizar ninguna llamada hacia España en ese periodo.

CAOS

A las 9.00 horas de este jueves, 24 de febrero, el grupo volvió al aeropuerto, donde Cayetano Morales pudo comprobar el "caos" que se había producido, ya que había, además de ciudadanos occidentales, entre 10.000 y 15.000 ciudadanos de origen egipcio, sin billete y sin posibilidades de tomar un avión y que, a causa de la guerra civil de facto que vive Libia, intentaban escapar hacia su país.

Morales ha relatado que al Aeropuerto Internacional de Trípoli se desplazó personal civil y de seguridad de la Embajada española, que junto con tres miembros de los Grupos Especiales de Operaciones (GEOS) del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) trasladados a Libia para asistir a la legación diplomática española, protegieron durante unas 13 horas a varias decenas de españoles, algunos de ellos de origen libio y nacionalizados españoles y otros españoles con familia en el país norteafricano, aparte de los cinco turistas mencionados y ciudadanos occidentales de Reino Unido, Francia y otros países.

El cooperante aragonés ha comentado que, además de las basuras y los miles de maletas rotas en el aeropuerto, las avalanchas de los ciudadanos egipcios que querían marcharse daban lugar, después, a sucesivas cargas de la Policía libia. Según Morales, agentes uniformados utilizaron barras de hierro y cables eléctricos para despejar determinadas zonas, que "a la media hora", volvían a estar repletas de personas.

En su caso, un policía libio le amenazó con un martillo para arrebatarle la cámara fotográfica que Morales había utilizado para documentar las horas que estaba pasando en Trípoli.

El personal policial y de la Embajada de España en Libia abrió un pasillo para que la comitiva pudiera acceder a la zona de embarque, lo que permitió a Cayetano Morales embarcar en el reactor español y aterrizar en el aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz en las primeras horas de la madrugada de este viernes.