EL CAIRO. Después de permanecer cerrados durante nueve días, los bancos egipcios reabrieron hoy sus puertas para atender con servicios y horarios restringidos, pero fueron tan largas las colas que muchos decidieron volver más adelante.
La crisis que estalló en Egipto a partir del 25 de enero derivó en la semiparalización de la actividad económica del país, con muchas empresas cerradas, las oficinas públicas trabajando a niveles mínimos y una interrución de cinco días en el acceso a internet.
A partir de hoy, cuando Egipto comenzó a recuperar el ritmo normal, los ciudadanos se volcaron en los bancos para realizar las operaciones que tenían pendientes, entre ellas el cobro de los salarios, que no pudieron ser pagados a fines de enero.
"Llevo días esperando que abran los bancos para poder cobrar mi salario. No tengo dinero y he pedido préstamos, pero tengo que cobrar hoy para poder devolverlos", dijo a Efe Mohamed Ahmed, mientras esperaba para entrar a una sucursal bancaria.
En un recorrido hecho por Efe en distintos sectores de la capital se observaron colas de decenas o de centenares de personas, según las sucursales, que esperaban afuera de los bancos para realizar las operacions.
Delante de una sucursal del banco NSGB, en el barrio de Mohandesin, unas doscientas personas se peleaban para intentar entrar a la sucursal, mientras se notaba la ausencia de cualquier agente de seguridad, de la Policía o del Ejército.
Los trabajadores del banco pedían a los clientes sus nombres para dejarlos entrar uno por uno, pero algunos de ellos desistieron y se fueron del lugar al ver las dificultades para entrar en el banco.
"Tiene que haber más organización, ojalá entre hoy", dijo Farid Shawki, contable en una compañía privada que fue a la sucursal para chequear algunas cuentas.
"No pudimos antes hacer transferencias para dar a los empleados sus sueldos porque los bancos estaban cerrados, y ahora parece muy difícil hacerlas", afirmó Shawki, quien se quejaba de que sólo pocas sucursales de los bancos han abierto.
Hoy sólo han abierto sus puertas 29 de las 39 entidades bancarias de Egipto, pero con un número muy reducido de sucursales, y además con sólo tres horas de funcionamiento.
El dinero faltaba en muchos cajeros automáticos, un problema que se ha mantenido desde finales de enero.
En el centro de El Cairo, delante del banco estatal Al Iskandariya, cientos de personas esperaban en una cola que se extendía a lo largo de la calle.
El director de esa sucursal, Mahmud Abdel Latif, quien intentaba junto a los trabajadores organizar la entrada de los clientes, dijo a Efe que la apertura hoy de sólo afectaba a 30 de las cerca de 200 sucursales de esa entidad.
"Nuestro problema hoy es servir a la gente y que cada uno consiga el servicio que espera, y después veremos dentro (con los empleados) nuestro trabajo", añadió.
Durante el cierre de los bancos, esta sucursal permitió a algunas compañías sacar dinero para pagar los sueldos de sus trabajadores y a algunos clientes ingresar su dinero allí.
Según Latif, el dinero depositado ha sido mayor que el retirado, quizás por la oleada de acciones de pillaje que hubo último fin de semana de enero, cuando la policía se retiró de las calles de El Cairo y de otras ciudades del país.
Con el fin de evitar una masiva retirada de fondos, el Banco Central impuso hoy un límite de 50.000 libras egipcias (8.475 dólares) o 10.000 dólares para depósitos o retirada de dinero en efectivo, un margen que no afecta a las transferencias.
"No va a haber ningún problema en sacar dinero porque la máxima cantidad para cada uno es 50.000 libras, y creo que la mayoría que están aquí sólo sacarán mil o dos mil libras para satisfacer sus necesidades urgentes", explicó el director de la sucursal.
No obstante, el presidente del instituto emisor, Faruk Al Okda, anunció que las autoridades han destinado un total de 5.000 millones de libras (847 millones de dólares) a las distintas entidades bancarias para atender las necesidades de efectivo.