WASHINGTON. Tal y como estaba previsto, todos los demócratas presentes votaron en contra de la derogación de la norma, mientras que todos los republicanos lo hicieron a favor, aunque finalmente se impuso la mayoría oficialista en la Cámara Alta.
Los republicanos argumentan que las arcas públicas no podrán soportar el elevado coste de la reestructuración sanitaria, lo que acarreará nuevos problemas de déficit. Por su parte, los demócratas advierten de que no renunciarán a la reforma, porque cuentan con el apoyo suficiente para sacarla adelante.
Entretanto, la ley afronta 20 procesos judiciales. Hasta el momento dos tribunales la han respaldado, aunque otros tantos han emitido sentencias contrarias a la misma. El último de ellos, uno de Florida que el lunes la declaró "nula" por considerar "inconstitucional" la obligación de que todos los ciudadanos adquieran un seguro médico en 2014.
Las predicciones apuntan a que el Tribunal Supremo no se pronunciará sobre la reforma hasta la primavera de 2012, cuando todos estos casos hayan sido resueltos en órganos de rango inferior, según informó el diario 'The Washington Post'.