Sidney. La gobernadora del estado australiano de Queensland, Anna Bligh aclaró ayer que el número de personas que siguen desaparecidas tras la riada ocurrida el lunes en el valle Lockyer se ha reducido a 43, si bien advirtió de que el número de víctimas podría aumentar. "Seguimos estando muy preocupados por algunos de ellos y tememos no poder encontrarlos a todos", añadió.

El balance de Bligh no incluye el cuerpo de un hombre que fue localizado en las últimas horas en la localidad de Ipswich, ciudad dormitorio situada al oeste de Brisbane. Según el alcalde de esta localidad, Paul Pisasale, se trata del cuerpo de un hombre de unos 50 años.

Por otra parte, Anna Bligh, advirtió a los ciudadanos de Brisbane, la tercera ciudad del país, de que lo peor está por llegar ya que se espera que las aguas que inundan ya parte de la ciudad alcancen su nivel más alto hoy.

En su comparecencia ante la prensa esta noche, Bligh advirtió de que la situación es muy seria en Ipswich y Brisbane. "Estamos actualmente ante un desastre natural muy serio", reconoció, subrayando que hay "miles de casas inundadas con agua hasta los tejados".