Phnom Penh. Al menos 339 personas murieron y unas 300 resultaron heridas ayer en una estampida ocurrida en Phnom Penh, la capital de Camboya, durante el Festival del Agua, indicó el primer ministro camboyano, Hun Sen.
Entre las fallecidas se encuentran 240 mujeres. La mayoría de las víctimas quedaron atrapadas en un puente que conecta la pequeña isla Diamante (Koh Pich) con la citada ciudad y fueron ingresados en al menos cinco hospitales diferentes de la capital.
Los servicios del hospital Calmete, uno de los mayores de Phnom Penh, se vieron desbordados por la cantidad de heridos recibidos, según señalaron varios enfermeros del centro médico.
Fuentes de los servicios de emergencia indicaron que decenas de personas se arrojaron al agua para evitar ser aplastadas por la riada humana.
Según diferentes versiones de testigos, la estampida se produjo cuando a causa del acumulación, el intenso calor y la humedad, varias personas se desvanecieron y otras intentaron abrirse paso para escapar del tumulto.
No obstante, el primer ministro camboyano señaló que todavía no están claras las causas que produjeron la estampida y que la Policía ha iniciado una investigación sobre el suceso que será dirigida por una comisión especial.
A la zona acudieron varios camiones militares y decenas de ambulancias y coches particulares en los que subieron a los heridos, explicaron varios testigos.
Entre los cadáveres y los heridos tendidos en el puente, los miembros de los servicios de emergencia examinaron con ayuda de focos y linternas las orillas del río en busca de personas, cuyos familiares o amigos no consiguieron localizar, apuntaron fuentes oficiales.
La avalancha humana registrada este lunes es "la mayor tragedia" que se ha producido nunca en estos festejos, según informó un funcionario local, y se produjo después de un concierto y una carrera de barcos en el río Tonle Sap.
Las autoridades calculan que más de dos millones de personas habían acudido para celebrar la última jornada del festival, que dura tres días y durante el que los asistentes se congregan a orillas del río Tonle Sap para rendir homenaje al agua y despedir los monzones.
"A la 01:00 de la madrugada (hora local), 180 personas habían muerto y la cifra va a subir", indicó el primer ministro camboyano, Hun Sen, en un primer balance.