Rangún. La líder de la oposición de Birmania, Aung San Suu Kyi defendió ayer una "revolución no violenta" en su país y se mostró dispuesta a dialogar con los miembros de la Junta Militar para trabajar en una transición hacia la democracia. "No quiero ver la caída de los militares. Quiero ver a los militares evolucionar hacia niveles dignos de profesionalidad y verdadero patriotismo", manifestó Suu Kyi a la BBC.

En una entrevista en la sede de su partido, la Liga Nacional para la Democracia, la premio Nobel de la Paz se mostró convencida de que la democracia llegará a su país, pero rechazó hablar de plazos. "Creo que es muy obvio lo que la gente quiere, la gente sólo quiere vivir mejores vidas con seguridad y en libertad", dijo Suu Kyi, puesta en libertad el sábado tras 7 años detenida.

salvar las diferencias Sobre un eventual diálogo con la Junta Militar, señaló que "tenemos que resolver las diferencias en torno a una mesa, hablar entre nosotros, averiguar por qué no estamos de acuerdo e intentar eliminar las cosas que no nos permiten estar de acuerdo". Preguntada por las razones que le llevan a no criticar abiertamente a los militares, contestó que "muchas cosas que se deben decir de los militares ya las he dicho y tendré que repetirlas, aunque espero que no tenga que ser muchas veces". "Nunca les he criticado de manera personal", añadió la líder opositora, que explicó que su primera tarea a partir de ahora es "aprender muchas cosas y escuchar lo que la gente tiene que decir".