BERLÍN. El Parlamento alemán aprobó este viernes la reforma de la Sanidad, que revisa el sistema de cuotas de los seguros a fin de equilibrar el previsible déficit de 11.000 millones de euros en el sistema de sanidad público para el próximo año.

La coalición de centroderecha de la canciller Angela Merkel ha calificado la reforma de la Sanidad como una de las leyes más importantes del año, a pesar de que los democristianos de Merkel han discutido durante meses sobre los detalles con los liberales, sus socios en el Gobierno.

Las cuotas para los servicios sanitarios se aumentarán para los empresarios y los 72 millones de asegurados. Esta decisión ha contribuido a prolongar la caída en las encuestas de la coalición de Merkel.

El cargo obligatorio para la Sanidad que se divide entre los empresarios y los trabajadores crecerá en enero hasta el 15,5 por ciento del salario, desde el actual 14,9. Cualquier subida posterior será costeada por los empresarios.

La medida ha sido atacada ampliamente por los partidos de la oposición, los sindicatos y los asegurados. Critican que las reformas se han basado en aumentar las cuotas en vez de disminuir los costes, al igual que se quejan de que los empresarios se encargarán de las futuras subidas. El tema ha provocado discusiones en el Gobierno de Merkel, amenazando la unidad de la coalición.

"Esta ley hará mejor y más justo al sistema de Sanidad", explicó el ministro de Sanidad, Philipp Roesler, al Parlamento. "Hubiese preferido más avances, pero los pequeños avances son mejores que grandes retrocesos", añadió.

Desde la oposición socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier acusó a Roesler de destruir "uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo". Muchos expertos sostienen que la reforma necesita cambios estructurales más profundos concentrados en aumentar los ingresos.

El sistema sanitario alemán cubre a 72 millones de personas a través de los seguros del Estado y a 8,5 millones con seguros privados, de acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad. El sistema emplea a 4,3 millones de personas y supone el once por ciento de la producción económica.

El Parlamento aprobó el jueves una serie de normas que limitan el poder de las compañías farmacéuticas para fijar los precios en el mercado europeo, en un esfuerzo para recortar los gastos del sistema de seguros sanitarios en 2.000 millones de euros. La medida limita la cantidad que las firmas farmacéuticas pueden cargar a los medicamentos prescritos.