washington. El Partido Republicano reafirmó su objetivo de rectificar en la Cámara de Representantes de EEUU la agenda reformista de la Casa Blanca, lo que incluye la anulación de la reforma sanitaria.
El legislador republicano de Ohio, John Boehner, que se perfila como el próximo presidente de la Cámara de Representantes -desbancando a la demócrata Nancy Pelosi-, dejó claro que su partido tocará el "botón de reinicio" en la agenda de los próximos dos años. En declaraciones a la prensa, Boehner renovó su promesa de desmantelar la "monstruosa" reforma de salud que, a su juicio, eliminará empleos y arruinará el sistema actual de cuidado médico. "Creo que antes de comenzar es importante que sentemos las bases para revocar esta monstruosidad y la reemplacemos con reformas de sentido común que reducirán el costo del seguro de salud en EEUU", enfatizó Boehner.
La reforma de salud fue una promesa electoral del presidente Barack Obama y una de sus prioridades legislativas nada más asumir el poder en 2009, cuando la recesión aún figuraba como el asunto más apremiante del electorado. Durante una rueda de prensa, Boehner aseguró que la victoria republicana fue un mandato de los votantes para corregir la marcha de EEUU y un claro rechazo a la agenda de Obama y de los demócratas en el Congreso.
El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, señaló que "cuando se ignora a los votantes y sus deseos -como sucedió durante estos dos años-, eso produce resultados predecibles".
metáfora de los excesos La reforma de salud "fue una especie de metáfora" para los excesos del Gobierno al intervenir en los bancos, las aseguradoras y las compañías automovilísticas, según McConnell. Boehner se comprometió con Obama a trabajar de manera conjunta pero enfatizó que las prioridades republicanas incluirán el recorte de gastos, la creación de empleos y la reducción de la intervención del Gobierno.
El marcado giro a la derecha de la Cámara Baja se vio reflejado en otros legisladores republicanos, entre ellos Mike Pence y Eric Cantor, que prometieron un retorno a los principios conservadores de reforma y responsabilidad fiscal y una menor injerencia del Gobierno.
Cantor, que será el próximo líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja, aseguró que la burocracia federal "ha crecido a un ritmo jamás visto en el sector privado".
Mientras, el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, ha señalado que "se acabó el tiempo de la politiquería" y que ahora los republicanos tendrán que presentar soluciones reales en vez de solo ofrecer un "no" a todo. "No veo ninguna razón del mundo por la cual no podamos trabajar juntos. Esto no significa que tenemos que capitular en nuestras firmas creencias", dijo Reid al enfatizar que legislar "es el arte de buscar consenso".
Sin embargo, ante las fisuras ideológicas, asuntos como la ley energética, la reforma migratoria y la anulación de la ley que prohíbe la participación de los homosexuales en el Ejército tienen un camino escabroso en el Congreso, según expertos.