Estrasburgo. La comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, aseguró ayer que la polémica con Francia a propósito de la expulsiones de gitanos, lejos de debilitarla políticamente, la ha "reforzado" dentro del Ejecutivo de la UE. "Creo que todo esto me ha reforzado" respondió la comisaria de forma rotunda a una pregunta al respecto que se le formuló en una rueda de prensa, en la que insistió en la importancia de la defensa de los valores en los que se basa la Unión Europea.

En su comparecencia de ayer Reding presentó nuevas iniciativas para promover la igualdad de género en la UE y dejó entrever que su condición de mujer podría haber intensificado las criticas recibidas y el revuelo causado. "Cuando un hombre da un golpe en la mesa es un gesto de masculinidad, pero cuando lo hace una mujer se la considera una histérica", comentó.

La comisaria dijo que espera que la polémica haya servido al menos para centrar la atención en "un problema que afecta a 10 millones de ciudadanos europeos" y para que se dé con una solución de una vez, de manera que la próxima generación "no herede" el problema. Reding negó haber hecho una comparación directa entre las medidas tomadas por Francia y la persecución de los judíos por los nazis. "No me referí a ninguna etnia ni grupo religioso en concreto", aseguró. Pero insistió en que su impresión es que los gitanos están siendo expulsados de Francia por pertenecer a una minoría étnica, "y no porque tal o cual individuo haya cometido un delito".

Reding insinuó que en la próxima reunión del colegio de comisarios, dentro de una semana, se debatirá si la CE abre un expediente a Francia por las expulsiones. Pero precisó que la inclusión del asunto en la agenda es sólo potestad de su presidente, Durao Barroso. La comisaria avanzó que promoverá una reunión, en Bucarest, para tratar la integración de los romaníes, durante la próxima presidencia semestral húngara de la UE.