BRUISELAS. La capa de ozono, el escudo que protege la vida en la Tierra de los niveles nocivos de radiación ultravioleta, se ha mantenido estable, sin aumentar, pero sin disminuir tampoco, en el último decenio, según un estudio divulgado hoy.

La concentración de ozono a escala mundial, así como en el Ártico y la Antártida, no ha variado gracias a la eliminación gradual de las sustancias que agotan esta capa protectora, desde que se aprobó en 1987 el Protocolo de Montreal que regula el empleo de éstas, afirma el estudio, elaborado por la Organización Mundial de la Meteorologçia (OMM) y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)

Según esta "Evaluación científica del agotamiento de la capa de ozono 2010" -la primera actualización en cuatro años sobre este vital asunto- la aplicación del Protocolo de Montreal "ha impedido un agotamiento mucho mayor de la capa de ozono estratosférico", y al mismo tiempo ha "aportado valiosos beneficios secundarios al mitigar el cambio climático".

Por ello, los expertos prevén que, excepto en las regiones polares, la capa de ozono se recupere antes de mediados de este siglo, alcanzando los niveles registrados antes de 1980.