el ex primer ministro británico, Tony Blair, ha afirmado en sus memorias, que se pusieron ayer a la venta en Reino Unido, que su sucesor, Gordon Brown, tenía "inteligencia emocional cero". El ex líder laborista califica su relación con su sucesor de "muy difícil" y a veces "exasperante" aunque "muy íntima".

Tony Blair consideraba a Brown un "tipo raro" que sabía que iba a ser "un desastre" y estaba seguro de que nunca iba a funcionar como primer ministro, si bien sabía que no podía impedir su llegada a Downing Street por el poder que tenía entre las bases de partido y los medios de comunicación."Hacia el final, francamente, resultó muy difícil, casi imposible", explica. "El problema", asegura, es que "cuando era mi número dos, la gente tal vez sobrevaloró su capacidad para ser primer ministro" y "en sus tres últimos años, ya como premier, la gente tal vez infravaloró sus puntos fuertes".

En el libro, que lleva por título A Journey (Un viaje) Tony Blair, al que la editorial Random House ha pagado 5,5 millones de euros, presenta al ex presidente del Gobierno español, José María Aznar, como un "duro negociador" en Bruselas y como un generoso anfitrión. "José María Aznar me dijo que (en España) sólo un 4% estaba a favor de una acción militar en Irak. Y yo le dije que ése era más o menos el porcentaje que se obtendría si se preguntaba a la gente si creía que Elvis Presley estaba aún vivo". "Pero (Aznar) era un tipo duro y estaba decidido a permanecer firme junto a los EEUU. Creía, como yo, que la posibilidad de un vínculo entre la proliferación de armas de destrucción masiva y grupos terroristas era demasiado real para aceptarla, y había llegado el momento de tomar postura frente al régimen, el de Sadam.

guerra de irak Según el ex dirigente laborista, Sadam Hussein tenía la intención de producir esas armas y sólo puso "en suspenso" el programa para conseguir que se pusieran fin a las sanciones de la ONU. "Asumo mi responsabilidad, pero no lamento mi decisión. Si dijera que sí, no sería sincero", afirma el ex primer ministro, según el cual Occidente tiene que entender que "era el combate de una generación, había que involucrarse".

En cuanto al ex presidente de EEUU, George W. Bush, Blair cree que es uno de los líderes políticos con más integridad que ha conocido, un idealista y un hombre con gran coraje político. También se ha sabido que Bush trató de convencer a Blair para que continuase su mandato y para que Gordon Brown no le sucediera al frente del Gobierno británico ya que el estadounidense preveía "grandes problemas".

diana de gales En las 718 páginas, el que fuera jefe del Gobierno relata que la princesa Diana de Gales fue "una manipuladora" como él, además de ser una mujer cautivante y exageradamente emotiva.

"Realmente me agradaba y, por supuesto, me tragaba todo aquello de la princesa hermosa como cualquier otra persona, pero también tenía mis sospechas", escribió Blair, al admitir que dudaba de las "emociones salvajes" de Lady Di. El ex premier comenta que advirtió a la princesa Diana de Gales sobre su relación con Dodi Al Fayed. En un encuentro en julio de 1997, un mes antes de la muerte de la princesa, el ex primer ministro le dijo a Diana que él creía que su relación con Al Fayed era un "problema" por lo que ella no se mostró muy contenta con estas palabras.

A título más personal, el que fuera el primer ministro más joven de la historia cuando llegó a Downing Street, señala que la presión durante sus años de Gobierno le llevó a aumentar su consumo de alcohol. "Un whisky solo o un gin tonic antes de cenar", aunque confiesa que "tenía un límite".