viena. El secretario general de la OPEP, Abdalá Salem El-Badri, considera "esencial" que Copenhague tenga en cuenta los intereses de los países exportadores de petróleo, dispuestos a contribuir para mitigar el cambio climático si reciben ayuda financiera de las naciones desarrolladas. El-Badri, quien representará como observador a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en la Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático (COP15), señaló ayer que los hidrocarburos serán aún muy necesarios en los años venideros.

"Los países de la OPEP desempeñan un papel esencial en satisfacer las necesidades energéticas del mundo; y no estamos solos en nuestra certidumbre de que los combustibles fósiles seguirán siendo la principal fuente de energía en el futuro predecible", resaltó el directivo libio.

"Mientras las ventas del petróleo permanezcan siendo la principal fuente de ingresos para muchos de los países miembros de la OPEP, es esencial que también se tengan en cuenta nuestros amplios intereses a largo plazo", añadió.

Los 12 miembros de la organización, que hoy controla cerca del 40% de la producción mundial de "oro negro" y unos dos tercios de las exportaciones petroleras del planeta, son signatarios del Protocolo de Kioto, y esperan que un sucesor de ese documento sea "justo" y se base en los pasos dados hasta ahora por la comunidad internacional.

"Es importante que cualquier acuerdo que se alcance en Copenhague sea equilibrado, inclusive, justo y equitativo", dijo el secretario general. Y es "también imperativo que esté construido sobre lo que se ha estado creando hasta ahora, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Protocolo de Kioto", documentos que definen claramente las responsabilidades comunes, pero diversas, de los países desarrollados y en desarrollo. Entre esas responsabilidades, resaltó las "garantías para que los países desarrollados provean con asistencia financiera y tecnología a los países en desarrollo".