copenhague. El Klimaforum, foro alternativo a la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático de la ONU en Copenhague (COP15), abrió ayer sus puertas con un llamamiento unánime a "una justicia climática".

Ocho horas después de la apertura de la COP15, el Klimaforum, que agrupa a ONG, movimientos ecologistas y grupos de indígenas entre otros, se posicionó como la cumbre "de la gente" y exigió un acuerdo que responda a los problemas planteados por el cambio climático.

Los discursos coincidieron en reclamar atención a los líderes mundiales, pedir responsabilidades y ayudas inmediatas de los países ricos, criticar el sistema capitalista como causa de fondo y llamar a la unidad del movimiento social.

"El problema central es el propio sistema, cuyo modelo económico supone una producción intensiva de dióxido de carbono", dijo la escritora canadiense Naomi Klein ante el medio millar de personas presentes en la inauguración del foro, que cuenta con 7.000 personas y 225 organizaciones de todo el mundo registradas. Si el capitalismo vive su "crisis más exigente y terrorífica", la respuesta al cambio climático no pueden ser soluciones basadas en los mercados, como el de carbono, argumentó Klein, quien hizo suya la postura del Gobierno boliviano. Los países ricos deben cortar sus emisiones de forma inmediata y crear un Plan Marshall para la Tierra, que incluya ayudas para adaptación y mitigación en los países pobres. "No se trata de caridad, la crisis del cambio climático la han causado los países ricos, son los principales contaminantes. Con sus propuestas están insultando al resto", afirmó la popular escritora.

Klein dijo que aunque líderes mundiales y movimientos sociales coinciden en la gravedad del problema y en los principios básicos de la Convención del Clima de 1992, los países ricos no han hecho nada desde entonces, de ahí sus perspectivas negativas sobre la COP15.

"Hay que acabar con la ingenuidad, no hay ningún acuerdo sobre la mesa, lo que se proponen hacer no va a responder a los problemas existentes", dijo Klein, vitoreada por el público. El nigeriano Nnimmo Bassey, de la ONG Amigos de la Tierra, pidió recortes de emisiones del 40% con respecto a 1990 y sin incluir las compensaciones de los mecanismos de desarrollo limpio, que juzgó una forma de ocultar y promover la contaminación.

Bassey recordó que África es la más afectada por el cambio climático pese a su contribución mínima en emisiones y pidió ayuda económica, así como el fin de un modelo energético basado en el petróleo, cuyos efectos son más graves que los beneficios.

"Éste es el foro de verdad, con gente real que habla de problemas reales y está lista para tomar decisiones, no una cumbre que celebra sus reuniones a puerta cerrada", dijo.

El indonesio Henry Saragih, representante de La Vía Campesina, centró sus críticas en la industria agrícola, causante de más de la mitad de las emisiones de gases invernadero, y reclamó responsabilidades y el cambio a un sistema de desarrollo sostenible. "No vamos a pagar por sus errores, queremos que las corporaciones agrícolas asuman sus responsabilidades".

l Corrupción. La ONG Transparencia Internacional denunció ayer en Copenhague que la corrupción, endémica en muchos países en desarrollo, contribuye a la escasez de agua y dificulta aún más la solución del cambio climático.

l 200.000 euros anuales. Intermon Oxfam aseguró ayer que la diferencia entre el éxito y el fracaso de esta cumbre está en 200.000 dólares anuales para ayudar a los países pobres a reducir sus emisiones y adaptarse al clima cambiante.

l Energías renovables. Expertos aseguran que esta cumbre elevará la demanda en el sector de energías renovables. Esperan que los inversores presten ahora más atención a los mercados de la energía eólica, solar, geotérmica y procedente de residuos. Estas empresas podrían beneficiarse de más ayudas gubernamentales, así como de una legislación diseñada para fomentar la eficiencia energética.