Jerusalén. Israel y Hamás parecen estar cerca de llegar a un acuerdo sobre intercambio de presos en el que el soldado israelí Galad Shalit y el palestino Maruan Barguti, antiguo secretario general del partido nacionalista Al-Fatah en Cisjordania, el palestino de mayor jerarquía política encarcelado en Israel, son las llaves para hacerlo posible.

Tras estas informaciones que daba ayer la prensa de que el acuerdo estaría ya casi cerrado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanhayu, negó este extremo, pero prometió que habrá un debate público y en la Knesset sobre el intercambio de prisioneros con Hamás a cambio de Shalit.

"Habrá una discusión pública y habrá una discusión en la Knesset sobre la cuestión, que requiere la aprobación del Gobierno", aseguró Netanyahu a los diputados de su partido, el Likud. "Recientemente, se han publicado muchas informaciones originadas en el extranjero y en los medios extranjeros; no están autorizadas y algunas de ellas son intencionadamente falsas", aseguró la oficina del primer ministro, desde donde se aseguraba que "los esfuerzos para la liberación de Shalit continúan todo el tiempo, lejos de la mirada de la prensa, y (Benjamin Netanyahu) no tiene ninguna intención de hablar más del tema".

Entretanto, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, subrayó ayer la necesidad de hacer todo lo posible para lograr la liberación del soldado. "Tenemos una deuda con Gilad Shalit, que fue secuestrado realizando su obligación de proteger al país en Gaza", afirmó el ministro. Según fuentes del Movimiento de Resistencia Islámica, se han producido progresos significativos en las negociaciones y podría producirse un acuerdo definitivo a mediados de la semana próxima, siempre y cuando Israel acceda a las peticiones de Hamás. Precisamente, representantes de Hamás viajaron ayer a El Cairo para discutir la lista final de prisioneros que quieren que Israel libere a cambio de Shalit.