dublín. La Policía norirlandesa (PSNI) mantuvo ayer acordonada una zona de la localidad norirlandesa de Armagh mientras artificieros del Ejército británico examinaron un artefacto sospechoso hallado en un centro comercial, informaron fuentes oficiales.

La voz de alarma saltó hacia las 03.30 horas, cuando se detectó la presencia de un objeto sospechoso y se procedió al cierre de las áreas próximas al centro comercial, explicó ayer una portavoz de la PSNI.

La alerta de seguridad se produce dos días después de que un coche bomba explosionase parcialmente frente a unas dependencias policiales de Belfast, acción atribuida a grupos disidentes del actualmente inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) opuestos al proceso de paz que se inició hace diez años en Irlanda del Norte. El artefacto, cargado con 180 kilos de explosivos, no causó heridos, pero explotó poco después de que dos hombres atravesaran con el vehículo una barrera y se dieran a la fuga en medio de un tiroteo con agentes del orden.

Los disidentes republicanos también fueron responsabilizados de los disparos efectuados en la noche del pasado sábado contra agentes de policía en la localidad de Garrison, en el condado de Fermanagh, en un atentado en el que tampoco hubo heridos. La Policía detuvo a tres hombres en relación con este suceso. La PSNI está en máxima alerta ante la posibilidad de que las escisiones del IRA preparen un gran atentado durante la próximas navidades. Las últimas acciones y los análisis de los organismos de seguimiento de los paramilitares indican que la amenaza de grupos como el IRA Auténtico y el de Continuidad, responsables del asesinato de dos soldados está en su punto más alto en seis años.