Toda la voluntad del mundo, los planes estratégicos y las declaraciones de intenciones se quedan en papel mojado si la Responsabilidad Social Corporativa no se refleja en el día a día, con ejemplos concretos de una acción comprometida. En el caso de Udapa, se persigue aumentar cada vez más la producción de patata de kilómetro cero, se emplean sistemas de riego digitalizados para utilizar el agua justa en lugar y el momento precisos, se sustituyen las mallas de plástico por bolsas de papel, se cepilla el tubérculo en lugar de lavarlo, y se devuelven a las fincas los lodos decantados que se extraen durante la cosecha. Además, explicó Naiara López de Uralde, se trabaja, de la mano de Neiker, el Instituto Vasco de Investigaciones Agrarias, en la producción de la patata beltza, que destaca por su intenso color púrpura y sus elevados compuestos antioxidantes que proporcionan beneficios para la salud. La responsable de marketing de Udapa recordaba además que la cooperativa cuenta con un departamento de I+D, técnicos de campo y un departamento comercial volcados con la RSC.

Por otra parte, Udapa, consciente de que el consumidor reclama cada vez más producto nacional, ha conseguido llevar a los supermercados patata de la variedad verdete durante todo el año, evitando la importación y las emisiones de dióxido de carbono que acarrea.

Iraitz Pérez de Goldarazena, por su parte, afirmaba que se puede "contribuir a la sociedad a coste cero" con iniciativas como la que lleva a cabo Ekin, la donación a diferentes organizaciones no gubernamentales de portátiles obsoletos para Oreka IT pero perfectamente útiles como ordenador doméstico, y que antes iban directamente a la chatarra. "Se trata de repensar un poco las cosas", según el director general de la compañía, donde además han establecido un sistema de puntos que se obtienen, a través de una aplicación de móvil, yendo a trabajar en medios de transporte sostenibles. Esos puntos se pueden canjear por un desayuno, por ejemplo, o por una bicicleta, si se acumulan. "Eso sí cuesta dinero", explicó Iraitz, "pero crea buen ambiente", e incluso piques sanos entre las delegaciones territoriales de la empresa. También han introducido criterios de sostenibilidad, además de los de la calidad o el precio, a la hora de renovar los teléfonos móviles de empresa.

En Michelin la aplicación concreta de la Responsabilidad Social Corporativa se materializa, por ejemplo, en el estudio para elaborar caucho a partir de la biomasa, para abandonar definitivamente el petróleo. "El objetivo es utilizar un 40% de caucho sostenible en 2030 y el 100% para 2050", aseguró Hugo Ureta.

En Kutxabank, además de destinar sus dividendos a las obras sociales de las fundaciones Kutxa, BBK y Caja Vital, se procura, cada vez más, promover la financiación de proyectos que persigan la reducción de emisiones de gases contaminantes, señaló María Elisa Arroyo.