Cada vez es más habitual llevar una botella de agua en el interior del coche para refrescarse e hidratarse durante la conducción, sobretodo si vamos a realizar un trayecto más o menos largo.

Con la llegada del verano y los notables incrementos de temperatura en el interior de los vehículos también es muy común tener a mano una para mitigar los rigores de la época estival.

Y es que cualquier método es bueno para relajar las altas temperaturas, la fatiga que provocan y la incomodidad a la hora de conducir, que en definitiva se traduce en situaciones potencialmente peligrosas para tu seguridad y la del resto de los usuarios de la carretera.

Incluso la Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda llevar agua en el coche, especialmente en los viajes largos.

Pero debes de saber que una botella en el interior de un coche puede llegar a comportar unos riesgos sensibles para tu seguridad.

Bloqueo de pedales

Otra razón porque es importante tener bien sujeta la botella de agua es por si cae al suelo y empieza a rodar sin control ya que puede acabar en la zona de pedales y llegar a bloquear embrague, acelerador o freno. Parece una tontería pero es un peligro real.

El efecto elefante

Es el referido a las consecuencias que tiene el hecho de que un ocupante trasero viaje sin el cinturón abrochado y salga disparado a causa de un frenazo brusco o un accidente. También puede extrapolarse a llevar objetos sueltos en el interior del automóvil, como puede ser una botella de llena de agua. Las leyes físicas son bien claras al respecto: en movimiento, un objeto puede multiplicar hasta por 60 veces el valor de su masa, con lo que ante un frenazo brusco a 60 km/h, una botella que pesa un kilo tendría una fuerza equivalente a 60 kilos. Por eso es más que recomendable llevar las botellas en compartimentos, posavasos o en la guantera del coche para evitar impactos indeseados y peligrosos.

Insalubridad

Las temperaturas en el interior de un coche en verano ascienden vertiginosamente. En algunas épocas y zonas no es raro que superen los 40 grados. Beber agua muy caliente y de una botella que lleve mucho tiempo en el interior del vehículo puede ser insalubre. Gérmenes y microorganismos pueden contaminar la boquilla e incluso el agua y generarte problemas gastrointestinales o infecciones.

Peligro de incendio

Es un caso muy extremo y altamente improbable. El sol puede incidir directamente en la botella y la luz rebote en una especie de efecto lupa hacia un material inflamable del vehículo como la tapicería o las alfombras. El riesgo de que se genere un incendio en este caso es mínimo, pero sí pueden producirse pequeños agujeros o desperfectos en la tapicería. Para conseguir este efecto lupa sería necesaria una botella de cristal e incluso en este caso tampoco se produciría porque se necesita una curvatura perfecta y una botella tiene una curvatura variable. Pese a ello, en las redes sociales puedes ver vídeos de algunos casos en los que se podría quemar una hoja de papel y provocar un incendio, pero su veracidad o está contrastada.

Un caso similar y más peligroso sería dejar las gafas a pleno sol en el salpicadero o la tapicería. En ese caso el efecto lupa sí podría darse por las características de algunas lentes.

Multa por beber

No es una sanción que contemple como tal el Código de la Circulación, pero si un agente considera que este comportamiento supone una distracción y pone en riesgo la seguridad vial al porque puede llegar a condicionar el control del coche al soltar una mano del volante. Esta infracción podría enmarcarse en el artículo 18.1 del código que determina que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos” y podría conllevar una sanción de 80 euros.