Ruedas de madera, vulcanización, llantas neumáticas, llantas de goma maciza, neumáticos gemelos, neumáticos con cámara, neumáticos desmontables, neumáticos de capas radiales, neumáticos runflat... neumáticos verdes. La evolución de la movilidad siempre ha ido ligada al punto de conexión entre el vehículo y la carretera: el neumático. En los últimos años la necesidad de transformar esa movilidad en movilidad sostenible ha hecho que los fabricantes como Michelin echen mano de su bagaje histórico para acercarse a la excelencia en ese aspecto.
La transición energética obliga a los fabricantes de neumáticos a asumir un papel estratégico para el desarrollo de esta nueva movilidad sostenible. La electrificación ha cambiado el papel del neumático, aunque como sucedía con los modelos de combustión, tampoco hay un único neumático. El diseño, en función de su uso, es el principal objetivo que se marca Michelin para conseguir un catálogo de productos, sostenibles, que se adapten a las necesidades de cada vehículo y de cada conductor.
La irrupción del coche eléctrico ha conllevado una nueva forma de entender la movilidad, ya que el propio estilo de conducción también ha cambiado. Las distancias son las mismas, pero los tiempos son diferentes. También varían los pesos y las inercias, lo que implica que un mismo neumático diseñado para un modelo de combustión no puede ser tan eficiente como uno pensado especialmente para un vehículo eléctrico. La tracción se transmite de forma más instantánea y directa, las frenadas tienden a ser más progresivas, dos aspectos que determinan el uso sostenible de un neumático. Y lo más importante, manteniendo los mismos niveles de exigencia en seguridad.
La historia suele ser recurrente, cíclica, redonda, como los neumáticos. El primer récord de velocidad de un vehículo en superar los 100 km/h se registró en el año 1898. Camille Jenatzy fue el piloto. El modelo, Jamais Contente. La tecnología, coche eléctrico. Los neumáticos, cómo no, Michelin. Desde entonces la marca ha desarrollado importantes innovaciones a lo largo de su historia en el diseño sostenible del neumático, buscando la máxima eficiencia energética y, por lo tanto, la máxima seguridad. No se puede dejar a la improvisación algo tan importante como eso. Del agarre depende la vida. Porque para poder correr, como el Jamais Contente, hay que saber frenar. El objetivo era lograr mejor adherencia y agarre. Y ambas circunstancias solo se pueden llevar a cabo con un calzado seguro y hoy, con la transición energética más presente que nunca, elegir bien es elegir seguridad.
Todo este listado de necesidades que hicieron del Jamais Contente el coche más rápido y seguro del planeta, se pueden extrapolar hoy en día a los vehículos eléctricos, llamados a ser los herederos y protagonistas de la movilidad sostenible y segura. Michelin es una marca que trabaja incesantemente en la confianza y la innovación, con el objetivo de alcanzar la máxima calidad y sostenibilidad en sus proyectos. No se trata de una marca que haga productos elitistas, todo lo contrario. Desde Michelin creen en la movilidad eléctrica como camino a seguir y por eso disponen en su catálogo de productos plenamente adaptados a esta nueva realidad.
La estrategia y el compromiso de la marca de neumáticos con el mundo de la sostenibilidad tienen unos ejes muy claros: diseñar neumáticos de larga duración (y seguros), reducir el consumo de energía y las emisiones de CO2 (en 30 años se ha reducido a la mitad la resistencia a la rodadura) e invertir en el reciclaje para reutilizar los residuos neumáticos (en 2030 se espera haber utilizado hasta 13,5 millones de toneladas en materiales reciclados en los neumáticos).
En los últimos años la evolución de materia de sostenibilidad ha sido imparable. En 2017 se presentó el concepto VISION que formaba un conjunto de rueda y neumático sin aire. De origen biológico, conectado y con una banda de rodadura renovable, el concepto VISION ofrece una guía para comprender ese compromiso con el desarrollo sostenible que transformará los neumáticos de aquí a 2050, año en el que se espera que los neumáticos estén fabricados al 100% con materiales de origen biológico o reciclados.
Dos años más tarde llegó Michelin UPTIS (Unique Puncture-Proof Tyre System) un neumático que elimina el riesgo de pinchazos y de pérdida rápida de presión, además de reducir el impacto medioambiental. Son pequeñas muestras de hacia dónde va la movilidad y la compañía.
La marca ha evolucionado a lo largo de sus casi 135 años de historia gracias a la inversión tecnológica permanente, lo que les ha llevado a ser uno de los principales proveedores de neumáticos del mundo, y la movilidad eléctrica no escapa a sus productos de calidad. Actualmente la gama específica para modelos eléctricos y electrificados (híbridos y enchufables) la componen los productos e.Primacy (vehículo eléctrico), Pilot Sport EV (vehículos más deportivos eléctricos), Saver Green (escúteres eléctricos) y E-Wild (bicicletas eléctricas). Con ello, la seguridad y la eficiencia están garantizadas.
No es ningún secreto que por la necesidad de montar una batería, los vehículos eléctricos son más pesados (en algunos casos son 400 kilos) que los de combustión interna y, sin embargo, cuentan con una aceleración inicial más rápida. Esta circunstancia, unida a un par elevado, un motor más silencioso y la necesidad de conseguir una mayor autonomía de la batería, hacen que los vehículos eléctricos sean especialmente exigentes con los neumáticos. Control, seguridad y autonomía van de la mano.
Con un buen neumático especialmente diseñado para los vehículos eléctricos, como en el caso del Michelin Pilot Sport EV, se puede conseguir una mayor autonomía gracias a su baja resistencia a la rodadura, unos 60 kilómetros más. En el E.Primacy el incremento de autonomía llega al 7%. Además, el mundo del vehículo eléctrico también redunda en el silencio, la ausencia de ruidos, y en ese sentido los productos de Michelin también se adaptan a esas prestaciones. Gracias a la tecnología Michelin Acoustic, el ruido interno del vehículo puede reducirse en casi un 20%.
Todo este trabajo de desarrollo convierte a Michelin en líder tecnológico de la movilidad sostenible. De las primeras ruedas de llanta desmontable para bicicletas a finales del siglo XIX hasta los nuevos Pilot Sport EV hay un mundo de constante inversión en tecnología. En este sentido, la investigación con los modelos Premium ha permitido desarrollar neumáticos que contienen un 53% de materias primas de origen biológico y reciclado, manteniendo un nivel alto de rendimiento en condiciones extremas.
Pero Michelin no se detiene ahí porque el futuro está llamando a la puerta. La marca también ha introducido en el mercado el X Incity EV-Z, que es el primer neumático pensado para autobuses eléctricos y que combina la seguridad (esencial en este tipo de transporte de pasajeros), el respeto por el medioambiente y la mayor capacidad de carga. Como el ciclo de la vida, la historia vuelve a los inicios, cuando unos soñadores llamados André y Edouard Michelin creyeron en el futuro para innovar. Hoy la marca sigue apostando por esa innovación que supone el reto de la electrificación, un camino que ya han empezado a recorrer. Michelin se mueve con el mundo, sosteniblemente, y sobre ruedas.