Uno de los grandes desafíos del verano es mantener en buen estado la ropa de baño. Entre la arena, el cloro o el salitre, los bikinis y bañadores se van estropeando y dañando sus fibras y componentes, además de apagarse los colores. Como respuesta a este problema, muchas personas optan por comprarse nuevos modelos, pero no hay por qué hacerlo.
Y es que, si se siguen unos cuidados adecuados, la ropa de baño se puede volver a vestir cada año, sin necesidad de gastar dinero. Todo ello aplicando unos sencillos trucos con los que dejarlos impolutos después de cada día de playa o piscina.
El truco de una experta en la materia
Lucía Lipperheide, creadora de contenido especializado en el hogar y llamada en redes sociales como @homes.styles, cuenta con varios trucos sencillos para que estas prendas se mantengan en perfecto estado.
Hablamos, por supuesto, de métodos caseros, que se pueden llevar a cabo sin gastar mucho dinero y con resultados inmediatos.
Ojo con las almohadillas
Las almohadillas de los bikinis, a base de lavarse en exceso, suelen perder forma. No obstante, es suficiente con usar un secador de pelo durante un par de minutos para que con su calor la espuma vuelva a su estado original.
Eliminando el cloro
El cloro es otro enemigo de la ropa de baño. Para que no estropee su tejido, se aconseja enjuagarla con agua fría cuanto antes, para que no se acumule y vaya afectando a su estructura.
Quitando la arena
La arena es otro factor sorpresa que afecta a estas prendas. Para que no cause estragos, es preferible echar polvos de talco en la tela y cepillar, para que quite los granos sin dañar las fibras.
Fuera la humedad
El olor a humedad es un problema más típico en verano. Con la idea de neutralizarlo, hay que meter la prenda en agua caliente con una mezcla de bicarbonato y limón para quitar el mal aroma y refrescar el bañador.
Cuidando los colores
Si los colores parecen apagados, hay que remojar el bikini en agua y vinagre con sal. A pesar de que no se puede recuperar su versión original, el cambio se nota bastante.
Consejos extra para alargar su vida útil
Uno de los hábitos más comunes que se pueden hacer para mantener la ropa de baño en buen estado es no estrujarla en exceso a la hora de escurrirla, porque afecta al tejido. En vez de eso, nada mejor que presionarlas con suavidad.
Asimismo, siempre que sea posible, hay que lavar estas prendas a mano y o en la lavadora, pues sus ciclos son muy agresivos y perjudican a las fibras. Tampoco hay que exponerlas al sol directo cuando se secan, porque los rayos de sol vuelven áspera la tela.
Por último, bajo ningún concepto hay que guardar las prendas mojadas en cajones o bolsas, porque la humedad da pie al moho y a los malos olores. Por esa razón, es conveniente esperar a que se sequen por completo antes de guardarlos.