He preguntado a muchos amigos y no, no tienen esa preocupación. Pero se han dado cuenta que si han vuelto a casa por la noche, algunas chicas con las que se han cruzado aceleraban el paso delante suyo. Es por miedo. ¿Quién no ha mirado hacia atrás cuando va andando sola por la calle? Todas lo hacemos. Yo también lo hago cuando llego a mi calle. Hay dos farolas, dan muy poca luz y los árboles las tapan. Son solo unos metros hasta el portal pero acelero tanto el paso que el corazón parece que se me va a salir cuando entro en casa. Y también tenemos nuestros ‘trucos’: las llaves siempre en una mano y en punta hasta llegar al portal. Una llamada simulada con el móvil diciendo que estás llegando. O un recorrido más largo dando un rodeo por calles más anchas y por donde sabes que hay bares abiertos o taxistas en la parada. Solo son eso, ‘trucos o fórmulas’ para ir seguras por la calle sin perder nuestra libertad. En Alemania, por ejemplo, se han preocupado por crear plazas de aparcamiento reservadas para mujeres. Están colocadas estratégicamente para evitar que tengan que aparcar en zonas oscuras o alejadas de edificios, en busca de una mayor seguridad. Tratan de proteger a las mujeres de posibles agresiones sexuales. Ahí dejo la idea.