Supongo que no soy el más indicado para dármelas de joven. Lo escribo porque hace eones que no luzco cabellera, porque me he dejado una barba de jerarca checheno para taparme la papada y porque no hay faja que contenga la grasa que empieza a colocarse estratégicamente a modo de flotador en la cintura. Sin embargo, hoy me siento especialmente renovado tras asistir en espíritu a los festejos organizados por este diario para ensalzar los 18 años de vida de un rotativo ya esencial para la sociedad alavesa. Esa lozanía en el ánimo supongo que responde al orgullo que siento por haber compartido penas y glorias con un equipo de profesionales zarandeado por la machacona realidad, pero que siempre se ha mantenido de pie para informar de la mejor manera posible sobre los acontecimientos que se han sucedido desde aquel 10 de noviembre de 2004. Han sido miles de ediciones, con informaciones extraordinarias y otras de menor calado, pero siempre cumpliendo con los requerimientos de quienes han necesitado estar informados desde las páginas de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Es muy difícil hacer predicciones en este mundo esencialmente cambiante. Por eso emito un deseo: cumplimentar este pequeño espacio literario dentro de 18 años.