uropa se encuentra en guerra, el coste de la vida sigue por las nubes para desasosiego de todos y aquí muchos siguen de brazos cruzados pese a la tormenta. Vaya por delante que no soy un erudito en la materia ni conozco los entresijos de un conflicto que viene de lejos. Solo sé que Putin es un psicópata y cruzo los dedos para que Ucrania sobreviva a esta masacre, muera el menor número de civiles posible y que los refugiados puedan rehacer su vida en algún lugar. Pero esta guerra pone encima de la mesa otras cuestiones que no se pueden obviar. Que una potencia europea ataque vilmente a otro país es algo que no entra en la cabeza de casi nadie. Las guerras son un fracaso de los pueblos y, por descontado, la política. Ya que la vía de la diplomacia está descartada, yo me pregunto si realmente Estados Unidos o la OTAN no pueden hacer algo más para evitar este baño de sangre al margen de condenas simbólicas que no sirven para nada. Las sanciones económicas no van a poder con ese genocida del Kremlin al que todos tienen un miedo atroz. ¿Es imposible actuar contra él? ¿Para qué sirven los servicios de inteligencia de los países que cuestan millones y millones de euros? Un loco ha puesto el mundo patas arriba, pero ahí sigue campando a sus anchas. Maldita impotencia.