Cuando en un hogar con mascotas se empiezan a planear las vacaciones, en especial las de verano, se planean un dilema básico: ¿qué hacemos con ella? Hay tantas respuestas como familias. Depende de muchos factores, desde el tipo de mascota, el lugar al que se piense ir o los días que nos vayamos a ausentar. No es lo mismo un perro o que un gato, un pájaro que unos peces o algún tipo de reptil.
Con algunos cada vez es más fácil viajar, cada vez hay más sitios que admiten perros. Los gatos resultan algo más problemáticos, llevan mal los cambios de escenario, aunque si el destino es conocido y razonablemente habitual la cosa puede fluir. Lo mismo puede pasar con los pájaros, aunque el viaje puede ser muy complicado. Los peces no se pueden trasladar por motivos obvios y los reptiles casi mejor que dejarlos tranquilos también.
Los reptiles en vacaciones
Cuando llega el momento de planificar las vacaciones de verano es también el momento de preparar los cuidados de los reptiles que tengamos en casa. Llevarlos con nosotros, además de poco práctico por la cantidad de material que hay que mover al desplazar un terrario, desde el punto de vista del animal quizá sea un riesgo. El traslado y un cambio brusco de ambiente puede estresarles bastante. No podemos olvidar que a pesar de todo son animales bastante delicados, que acusan bastante los cambios.
En caso de estrés, lo más habitual es que deje de comer o muestre un comportamiento más agresivo. Pero su estado puede ser más grave y acabar con la muerte del ejemplar.
Para prevenir y para tranquilidad de todos, lo mejor es que se queden donde están, en su terrario, como se hace con los peces. Pero una ventaja de los acuarios es que se les puede incorporar un temporizador que controle tanto las luces como un dispensador automático de comida, por lo que puede que los peces pueden quedarse solos una temporada. Con los reptiles, al necesitar presas vivas o comida vegetal fresca, se complica un poco.
El truco del gato
Según explica la doctora Isabel Iglesias en la web de TiendaAnimal, entre los reptiles, solo algunas serpientes pueden pasar hasta dos semanas sin comer ni beber. En este caso, con darles comida antes de salir de viaje y empaparlas un poco basta. También se oportuno dejarles el bebedero lleno. Pero esto será realmente eficaz siempre que su ambiente no se vuelva seco o la temperatura suba demasiado. Más allá de estos casos, la mayoría de los reptiles necesitan comer cada día o cada dos días.
Por ello, lo más eficaz es recurrir al truco del gato. ¿En que consiste? Tan sencillo como hacer los que los dueños de los gatos cuando se ven obligados a dejarlos unos días solos, solicitar la ayuda de un amigo o pariente para que vaya una vez al día o cada dos días como muchos a atenderlo. En el caso de los gatos a reponer el comedero y el bebedero así como limpiar el arenero. Y si se tercia, jugar con el minino. En el caso de los reptiles, sería algo parecido.
Previsión y preparación
Eso sí, hay que ser previsor. Instruye al voluntario haciendo que vaya unos días mientras sigues en la casa para aprender las rutinas de alimentación, limpieza y cuidados. Las explicaciones deben ser claras y precisas para que no se lleve sorpresas cuando se encuentre solo. También para que sepa que una vez cogido el truco, la labor no le llevará más de media hora al día.
Dentro de esta preparación entra hacer una buena provisión de comida, insectos o vegetales, que alcance para todos los días de vacaciones. que no vas a estar. Es importante explicar qué cantidad forma una ración adecuada, tanto para que no se quede de hambre como para que no se empache. Además es importante que la verdura sea la justa para que no sobre o no se estropee con el calor la que no coma. De todas formas es importante que queden claro las recetas si hay que añadir complementos vitamínicos o mezclar fruta y verdura.
Otra opción que puede facilitar esta labor es ofrecer comida ya preparada, que garantiza una dieta equilibrada. Eso sí, nuestra mascota deberá estar acostumbrada a comerla para que o la rechace.
También es importante explicar las señales que avisan de que el animal no está bien que tiene algún problema de salud para que pueda avisar tanto al propietario como al veterinario de confianza.