Es un clásico de los desencuentros con mascotas. Más allá de que el perro ladre, salte o se muestre indiscretamente olfateador, hay una actitud de los perros que resulta particularmente embarazosa, especialmente para la víctima de estas atenciones: el perro simula una cópula contra la pierna de alguien.
Cada cual se lo toma como puede, unos pasan un mal rato y no saben cómo actuar mirando con agobio al acompañante de animal, otros se lo sacuden de encima sin miramientos y con risas. El responsable de animal se agobia aparta al can de su víctima.
Pero no necesariamente se comporta así con las personas. Víctimas de este acoso pueden ser otros perros (da igual el sexo), objetos, personas u otros animales.
Ante este comportamiento son muchos los que se preguntan las causas, si es consecuencia de un instinto sexual desmesurado, si es un juego o si es algún tipo de problema de salud.
Los expertos se muestran unánimes en esto. Maribel Vila, experta en comportamiento animal de Fundación Affinity, asegura que esta monta puede tener un razón sexual , especialmente cuando se dirige a una perra en celo, pero hay otras razones, que van desde el juego hasta alguna alteración de la salud, una situación de estrés o una intento de demostrar dominancia.
De la misma opinión es la etóloga Mar Ibáñez, quien afirma que si es un comportamiento principalmente hormonal, también puede tener otras causas. En principio, más allá de la incomodidad que pueda provocar en quienes lo presencian, no es preocupante. Eso sí, no lo es mientras no se convierta en algo compulsivo, que sea casi todos los días.
Tres pueden ser los motivos no relacionados con la reproducción por los que un perro simula o practica una monta:
- Estrés: Alteraciones en la rutina que no sabe gestionar, aburrimiento por falta de estímulos al salir poco a la calle y al no socializar con otros perros. Un exceso de energía, en función de raza y edad, que necesita salir por algún sitio y que acaba en este comportamiento. En casos como estos, también las hembras pueden reproducir esta actitud.
- Deseo de dominancia: Dentro del desarrollo social con otros perros, este monta entre ellos busca establecer un jerarquía. Si son cachorros puede ser un simple juego, un “te incordio y me persigues”. Un poco más allá, un perro dominante quiere dominar todos, perros y humanos, por lo que puede intentar este mismo sistema con aquél que considera que llega nuevo a la manada.
- Problemas de salud: Es la menos habitual de las razones. Puede ser que tenga molestias en la tripa o en los genitales y que realice este frotamiento o este roce para aliviarse. Puede haber infecciones vaginales, urinarias o anales que les provoque síntomas que necesiten aliviar. Incluso puede ser causado por algún tipo de tumor que le provoque desequlibrios hormonales.
Cómo evitar que mantenga ese comportamientos
A pesar de ser un comportamiento normal y que no hay por qué reprimirlo. Este comportamiento, según explica Mar Ibáñez, suele empezar de cachorros, con algo más de un año y dura hasta los dos años. Pero esto no quiere decir que no sigan actuando así de adultos.
Por ello, si se quiere corregir este comportamiento es en este momento cuando hay que hacerlo. De mayor ya será mas difícil. Especialmente si cuando llevaba a cabo esta conducta obtenía risas y aplausos.
Una de las primeras cosas que hay que hacer es no prestar más atención de la necesaria para no reforzar el comportamiento. También se puede desviar su atención, aportar otros estímulos que lo distraigan, otras pautas de juego. Sacarlos a la calle más para que hagan ejercicio y para que socialicen con otros perros.
La monta también se puede cortar, pero hay que evitar hacerlo de manera brusca, ayudando al perro a apartarse con suavidad y procurando no hacer nada que refuerce ese comportamiento..