Pregunté hace unos días aquí mismo si, además de apretar al PSOE, Junts lo ahogaría. La respuesta la tuvimos en el pleno agónico de la semana pasada en que los posconvergentes soltaron en el último minuto el gaznate de Pedro Sánchez y le permitieron sacar adelante dos de los tres decretos que se sometían a votación.

En las últimas horas hemos vuelto a presenciar un ceremonial parecido. El miércoles, los acaudillados por Carles Puigdemont dieron la nota registrando en el Congreso sus propias enmiendas a la ley de amnistía, cuando el PSOE y sus otros apoyos habían presentado su propia hoja de modificaciones. La cosa pintaba mal, máxime, cuando la jugarreta coincidía con la difusión del informe de los letrados de la cámara poniendo en duda que la norma cupiera, no ya en la Constitución española, sino incluso en el Derecho europeo.

Ayer por la mañana, sin embargo, Junts volvió a aflojar el lazo y, como titulamos en la información correspondiente en este diario, dieron oxígeno al PSOE, aunque todo hace indicar que solo hasta la próxima vez.

El “privilegio” de ser euskadun

Lo penúltimo que uno podía imaginarse es que en Nafarroa la condición de euskaldun pudiera considerarse como privilegio. Los datos contantes y sonantes parecen apuntar en la dirección contraria, de hecho.

Sin embargo, en apenas un mes nos hemos encontrado con dos regidores municipales que aseguran que los castellanoparlantes monolingües tienen la mitad de oportunidades que los que hablan los dos idiomas.

El último en defender esta tesis ha sido el alcalde socialista de Orkoien, Álex López. Según su ejemplo, en la ludoteca de la localidad los “de euskera pueden ir a las actividades de euskera y castellano, y los de castellano, solo a las de castellano”.

Es la presunta misma discrimación que trató de poner en solfa la alcaldesa de Eguesibar, la regionalista Xuriñe Peñas, que justificó que hubiera pocas actividades navideñas alegando que los niños euskaldunes podían ir a todas, mientras que los que solo hablan castellano únicamente tenían opción de ir a las que se desarrollan en su idioma.

Todo esto, en el siglo XXI...