A primera, en la frente de Pedro Sánchez, si bien no se podrá decir que no era algo con muchos boletos para que ocurriera: Junts no apoyará los tres decretos que se someterán a votación el próximo miércoles. Ojo, que hablamos de los que recogen la batería de medidas anticrisis, o sea, que la cuestión es peliaguda. Más, si pensamos que otros socios externos del gobierno español no han aclarado el sentido de su voto.

¿Y por qué se planta (o amaga con hacerlo) la formación de Carles Puigdemont? La versión oficial es que, aparte de invadir competencias en algunas materias, uno de esos kilométricos decretos que mezclan churras con merinas dispositivas -ómnibus, los llaman- contienen un caballo de Troya que podría poner en riesgo la ley de amnistía.

La otra interpretación es que se trata del clásico aviso a navegantes o del menú degustación de lo que va a ocurrir en la legislatura. Los postconvergentes le van a hacer sudar la gota gorda a Sánchez en cada votación.

Si la coreografía es la de los últimos meses, es altamente posible que haya rectificación de último minuto de los decretos y voto a favor. Veremos.

Mascarillas: esta película la hemos visto

Escribía ayer aquí mismo sobre el regreso de las mascarillas. Elogiaba a las personas que, sin necesidad de que les obligasen, han vuelto a utilizarlas, bien porque tienen síntomas de alguna enfermedad respiratoria, bien por simple prevención.

Lo que no fui capaz de anticipar fue que tan pronto volviéramos a enredarnos en el desconcierto de las diferentes autoridades sanitarias. Y empiezo citando al ministerio español, que, acuciado por la presión mediática, ha citado a los responsables de las comunidades el próximo lunes para proponerles que vuelvan a declarar obligatorio el uso del tapabocas en los centros sanitarios.

La primera pregunta sale sola: si tan acuciante es la situación, ¿hay que esperar tres días? Así que, al final, nos hemos encontrado con que en cada terruño se actúa con un criterio. En lo que nos toca más de cerca, creo que tanto en la demarcación foral como en la autonómica se acierta al no precipitarse. Por lo demás, vuelvo a abogar por la responsabilidad personal.