¿un 10 por ciento?
– Sí, estaba el cierto morbo, la presencia imposible de soslayar del voluntariamente ausente (Feijóo), el dos (Sánchez y Díaz) contra uno con uno (Abascal), que estaba encantado de conocerse y de ser, en realidad, el gran protagonista de lo que se cocía bajo los focos y frente a las cámaras. La pregunta es si todo eso sirvió de algo a efectos prácticos. Un reputado politólogo aseguraba ayer que el extraño debate de la radiotelevisión pública española podría mover hasta un 10 % del voto indeciso. A ver quién le echa un galgo a ese dato y lo corrobora o lo desmiente. Personalmente, me inclino más a pensar que cada televidente se reafirmó en lo que ya creía antes de sentarse frente a la pantalla. Así, este servidor tuvo claro que no estaban los candidatos a los que hubiera escuchado con mayor atención. Y no hablo del que llama inexactitudes a las mentiras.
Feijóo no tenía internet
– Ya que lo traigo a colación, está siendo llamativo comprobar cómo al gallego le empieza a pasar lo que al pastorcillo del célebre cuento. Cualquier afirmación suya se pone en cuarentena. Por ese efecto, ayer se dudaba de que su ausencia en dos mítines previstos en Canarias estuviera motivada por una lumbalgia inoportuna, que es lo que el líder del PP se justificó en una entrevista en LaSexta. Fíjense que, si es verdad, resultaría que, al final, fue un acierto por su parte haber rechazado participar en el debate. Cualquiera aguanta el tirón durante 90 minutos con la espalda hecha un guiñapo. Por cierto, en la misma intervención televisiva, Feijóo aseguró que, cuando se hizo la famosa fotografía en el yate del narcotraficante Marcial Dorado, no sabía a qué se dedicaba el fulano “porque entonces no había ni Google ni Internet”. Tal cual. Se lo juro.
Catalán, como Tezanos
– Fijándonos ya en lo más cercano, permítanme que empiece subrayando el optimismo desbordante del cabeza de lista de UPN al Congreso. Después de que la mayoría de las encuestas publicadas hasta la fecha hayan dejado sin representación a la formación regionalista, Alberto Catalán apostó que los dirigidos por Javier Esparza conseguirían dos diputados y tres senadores. Al mejor estilo Tezanos.
Obrar milagros
– En Donostia, el candidato jeltzale Aitor Esteban le lanzó una carga de profundidad a Pedro Sánchez, que el día anterior había aparecido por la capital de Gipuzkoa sin que estuviera prevista su presencia. Buscaba, según los propios socialistas, afianzar el escaño por el territorio. “Aquí todo el mundo quiere arañar escaños. Creen que viniendo un día, unas horas, van a obrar milagros, y les tenemos que demostrar que el voto se gana día a día y trabajando por Gipuzkoa año tras año”, se quedó a gusto Esteban.