No imputado

– Miren la imagen. Ahí tienen a un ministro del Gobierno español que hace nada impulsó y aprobó con pompa y circunstancia la denominada Ley de Memoria Democrática que promete buscar la reparación de las injusticias de nuestro pasado reciente. Tiene detrás a senadoras y senadores del partido mayoritario de ese Ejecutivo. Sus votos, entre otros, hicieron posible la aprobación de la mentada ley en su trámite definitivo en la cámara alta. Como ven, están aplaudiendo al titular de Interior. ¿Saben por qué? Por la defensa vehemente —fíjense en ese dedo— del ascenso a teniente general y nombramiento para la cúpula de la Guardia Civil de un tipo llamado Arturo Espejo, que, según ha quedado acreditado, hace 37 años participó en el secuestro, torturas, asesinato y posterior abandono del cadáver de Mikel Zabalza. Lo tremendo es el argumento definitivo sobre la oportuna y totalmente ética promoción del uniformado. “¡Nunca ha sido imputado!”, vociferó Fernando Grande-Marlaska, y aún añadió señalando a sus interpeladores. “¡Refiéranme alguna resolución judicial donde esta persona haya sido imputada!”.

de rositas

– Ahí, la senadora jeltzale Almudena Otaola y el senador de Geroa Bai Koldo Martínez bien pudieron haber echado mano del exabrupto y contestar que nos ha jodido mayo con las flores. Si el tal Espejo y, con él, innumerables miembros de los cuerpos de seguridad del Estado español han podido seguir su carrera y ser condecorados con profusión es justamente porque sus fechorías se ocultaron y se fueron de rositas. Las investigaciones judiciales a las que aludió el desparpajudo ministro fueron más ruido que nueces. Hubo, sí, algunos enchironados de tronío… que estuvieron entre rejas más bien poco. Se libró la Equis que todos sabemos y, de ahí hacia abajo, la inmensa mayoría de los que practicaron la guerra sucia. Sus canalladas están a salvo gracias a una ley de secretos oficiales vigente desde el franquismo.

¿Vergüenza?

– Todo eso lo sabe mejor que nadie Fernando Grande-Marlaska, que no por casualidad es el juez que más veces ha sido apercibido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por no haber investigado denuncias veraces de torturas. Por eso se pone como un basilisco cuando señalan a uno de sus intocables… con el aplauso (vuelvan a mirar la foto) de la bancada socialista en el Senado. Qué papelón para el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, que un par de horas antes había asegurado compartir la vergüenza del secretario general del PSE, Eneko Andueza, por el episodio.