ncontinente verbal excomisaria jefa de la Policía Nacional de Pontevedra: Celebro su cese fulminante, aunque sospecho que pronto encontrará acomodo en otro puesto. Una pena, porque no parece que merezca un sueldo público, y menos en la teórica función de servir y proteger, alguien que es capaz de soltar que “ya les gustaría a algunas mujeres que les violara un antidisturbios”. Tal cual se le oye decirlo en la sobremesa de una comida con otros compañeros que, salvo error u omisión, no parece que le afearan la conducta. ¿Que a todos se nos ha calentado alguna vez la boca y hemos proferido una barbaridad? Veo que hay quien pretende excusarla así. No colaría en nadie, pero menos, insisto, en la responsable de un cuerpo policial.