- La CAV y Nafarroa vuelven a liderar los datos de incidencia del conjunto de Estado. Todavía estamos en cifras más que razonables, pero no cabe duda de que el gráfico de contagios apunta hacia arriba. Siguiendo patrones que nos resultan familiares, también es rigurosamente cierto que la celebración de Halloween y el puente de Todos los Santos han multiplicado los positivos. Aún así, los ingresos hospitalarios, tanto en planta como en UCI, se mantienen en mínimos. Si atendemos a los mensajes de las autoridades sanitarias, las de la Comunidad Foral no parecen ni remotamente preocupadas. De momento, se limitan a aportar los datos y poco más. En la demarcación autonómica, sin embargo, sí han creído necesario volver a salir a la palestra. La consejera Gotzone Sagardui insta a cumplir las medidas hoy para poder celebrar mañana. Obviamente, habla de las navidades, que el común de los mortales ya ha decidido que van a ser como las de antes de la pandemia. Traten de reservar restaurante para la cena de empresa o de la cuadrilla y verán que ya no hay mesas disponibles.
- En caso de que la cosa se ponga seria de verdad, ahí va a estar la gran dificultad. La ciudadanía ha pasado ya la página de la pandemia. Acepta calzarse una mascarilla que ya no se recambia en el transporte público, en el centro de trabajo, en los comercios o en otras dependencias bajo techo. Por la fuerza de la costumbre adquirida, quizá se siga haciendo cola ante la panadería, la frutería o la pescadería. Pero poco más. Hemos dejado de estar en "modo restricciones" y no estamos por dar ni un paso atrás. No comprenderíamos que nos impusieran nuevas limitaciones y más simple y llanamente, no las cumpliríamos.
- Y la cuestión es que quizá no nos vayamos a ver en ese escenario. Hay indicios que apuntarían a que estamos cerca de haber alcanzado el gran objetivo, que no era tanto desterrar el virus como ser capaces de convivir razonablemente con él. Por mucho que les rechinen los dientes a los negacionistas, la vacunación lo ha hecho posible. Seguramente, seguirá habiendo sustos y picos de sierra, pero con los niveles de inmunización actuales, hemos allanado el camino hacia algo parecido a lo que era nuestra vida antes de marzo de 2020. Por supuesto, habrá que completar la vacunación de las franjas de edad que faltan y ponerse serios de verdad con quienes se niegan a pincharse por egoísmo, causantes principales, como se está comprobando, de los últimos repuntes.