Sorpresas te da la vida, el protagonista de la colección de entrecomillados de hoy es el presidente de Colombia, Gustavo Petro, de visita en España. Si la prensa de orden le tenía ojeriza desde hace rato, la negativa a vestir frac y sus palabras sobre el yugo español han terminado por consagrarlo como saco de las tortas.
"Que el Parlamento se humille ante este tío [Gustavo Petro] es una indignidad y una estupidez"
Uno de los que le ha atizado con más saña —y esto sí que no es sorpresa— ha sido el maoísta arrepentido Federico Jiménez Losantos, que echa así las muelas en El Mundo: “Que narcoterroristas como Petro lo intenten es normal. Que el Parlamento se humille ante este tío es una indignidad y una estupidez. Sólo Vox salvó el honor de la institución que alberga la soberanía nacional. El discurso del Rey fue, sin duda, el peor de su venturoso reinado. Y el de Meritxell, a la altura de su vocación de falsificadora documental. Al revés de lo que dijo, el pueblo colombiano rechazó en referéndum el trágala de la paz de Santos y las FARC, modelo del M-19, el ELN y todas las bandas comunistas asociadas al narcotráfico. Sólo la corrupción de la clase política y mediática, con el dinero del narco, ha llevado a Petro al poder”.
En el próximo bocado volvemos a encontrar con otra carga de profundidad del bilioso turolense contra Petro. Pero esta vez en estilo indirecto. Se trata de una cita de Rosa Belmonte, que en ABC aprovecha la tontuna del frac para contarnos no sé qué de los taxis y los yugos albanokosovares. Se lo juro: “Gustavo Petro, de quien Federico ha dicho que la Llave de Oro de la Villa deberían habérsela dado de la marca Rovi, no se ha puesto frac donde todos llevan frac. «Un símbolo que tiene que ver con las élites, con la antidemocracia. Yo no me voy a poner eso». Llevaba corbata. La Gran Cruz de la Orden de Isabel Católica queda mal con camiseta. Con su protesta me acordé de esa noche ya muy tarde en Murcia cuando ofrecí a una compañera de francachela dejarla en su casa en el taxi camino de la mía y me dijo que sus principios le impedían ir en taxi. Mis principios me obligan a volver sola pero tranquila a casa. No vaya a salirme un descubridor o colonizador al paso y tenga que librarme del yugo español (o albanokosovar)”.
"Hoy mismo, los socialistas españoles están tratando de imponer en Hispanoamérica un nuevo yugo, mucho más pesado y prieto, que se llama comunismo"
Emilio Campmany, que ya echó anteayer espumarajos contra el visitante en Libertad Digital, repite hoy. Lo hace con un original tirabuzón. Según él, hoy América Latina sufre de verdad otro yugo español: “Si España sometió a algún yugo a alguien, hace tiempo que dejó de hacerlo. Sin embargo, hoy mismo, los socialistas españoles están tratando de imponer en Hispanoamérica un nuevo yugo, mucho más pesado y prieto, que se llama comunismo. El responsable visible es José Luis Rodríguez Zapatero, que ha encontrado al fin algo que se le da bien, ayudar a los dictadores socialistas y comunistas de Hispanoamérica a someter a sus pueblos. Su trabajo consiste en lograr que puedan hacerlo con la indiferencia de Occidente, sin que nadie proteste, especialmente los españoles y sus medios. Sólo Dios y Ferraz saben cuánto cobra por sus servicios”.
En La Razón, Sandra Golpe hace un comentario de texto sobre la frase del yugo: “Sorprende en estas últimas horas con la visita del presidente Gustavo Petro, erre que erre con el yugo español, aludiendo en sus alocuciones a siervos y esclavos, a la Europa feudal, a tiempos remotísimos. Claro que Colombia nos importa: somos el segundo inversor mundial allí, debemos cuidarnos bien entre nosotros, pero resulta extremadamente cansino escuchar discursos nacionalistas latinoamericanos diseñados a costa de la maléfica conquista española. Pensará Petro, con razón, que mejor nos callemos, acostumbrado a vernos hablar con tanta frecuencia de la memoria histórica, el franquismo y exhumaciones pomposas para hacer política en pleno siglo XXI”.
"Nos visita el sinvergüenza, amigo de los narcoterroristas de las FARC, Gustavo Petro, lamentable presidente de Colombia"
Evidentemente, Alfonso Ussía no se puede perder este festejo y lanza su bombita de racimo en El Debate, con el alcalde de Madrid como víctima colateral: “Nos visita el sinvergüenza, amigo de los narcoterroristas de las FARC, Gustavo Petro, lamentable presidente de Colombia. Sánchez le ha concedido la Gran Cruz de Isabel la Católica, pero carece de poder y derecho para conceder la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid. Esa medalla la otorga el Alcalde de la Villa y Corte con el apoyo del pleno municipal. Y Almeida ha concedido al cómplice del narcoterrorismo de las FARC, la Medalla de Oro de la ciudad de Madrid, y el día que me lo encuentre, le pediré que me lo explique”.
El último dardo lo firma Pedro J. Ramírez en El Español. Ahora que no nos lee nadie, les diré que la última frase suena más que razonable: “No se comprende tampoco que Petro, un hombre adulto y con responsabilidades políticas del más alto nivel, se comportara como un activista callejero negándose a vestir el frac protocolario durante la cena de gala que los reyes de España dieron en su honor por considerarlo "un símbolo que tiene que ver con las élites, con la antidemocracia". Que Petro lo hiciera con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica al cuello sólo añade absurdo al desplante”.
