No cabe ninguna duda. El apellido de la jornada en la prensa de orden es Batet. Y el nombre, Meritxell, claro. No hay amanuense que, al escribir sobre los fastos en honor de la Constitución española, no mencione a presidenta del Congreso. Y no para bien, como van a leer.
"Batet y Sánchez utilizan el día de la Constitución para cargar contra Casado", clama ABC en su primera. Como ilustración, una foto de los mentados sonriéndose uno a otro con complicidad. El complemento es un editorial titulado "Batet, teórica del sanchismo", donde se espolvorea la consigna oficial: "El discurso de la presidenta del Congreso, cargado de ataques a la oposición y a la Justicia, representó ayer toda una declaración de principios anticonstitucionales".
"El plumero de Batet", titula su pieza Juan Fernández Miranda. Se trata de un texto en zigzag que remata así: "Y Sánchez, tan contento. Ni él mismo lo habría dicho mejor. Ay, Batet, que se te ve el plumero". Más adelante verán que el columnero de ilustre familia no es el único que tutea a la archinombrada presidenta.
Julián Quirós, director del vetusto diario, no se pierde su turno de lanzamiento de brea: "Mientras Batet afeaba a la oposición la falta de lealtad constitucional, sus socios exigían a los demás el fin de la Monarquía (Podemos), una nación vasca (PNV) y una república catalana con constitución propia (ERC). Nada que no sepamos de unos partidos habituados a arremeter contra la Carta Magna, la Corona, la separación de poderes y la unidad nacional". Y me llevo una, faltó añadir a un escrito titulado "La lealtad de Batet". Como van a comprobar esa combinación, "Batet" y "lealtad", es la más repetida en los encabezados.
Así, Francisco Marhuenda titula "La lealtad, según Batet" su descarga de la contraportada, donde lo mejor es el comienzo: "Lo peor del Día de la Constitución es escuchar o leer las obviedades con que nos castigan políticos, periodistas y profesores ansiosos de lograr su minuto de gloria". Ni se da cuenta de que él está incluido entre los plastas.
Una vez hecha la pirueta, el director de La Razón suelta el espuramajo correspobdiente: "No creo que Podemos, los independentistas y los herederos de ETA sean, precisamente, leales con nuestra Carta Magna. Es algo tan obvio que no merecería el más mínimo comentario. Sánchez está dispuesto a ceder con estas formaciones para mantenerse en el Gobierno o lograr que se aprueben los Presupuestos, pero no quiere negociar seriamente con el PP la renovación del CGPJ. ¿Se puede ser leal con la Constitución cuando se pacta con aquellos que son desleales?".
De director a director. El del digital El Debate, Bieito Rubido, opta por el titular reglamentario, con la aportación de incluir el nombre de pila. La cosa queda en "La lealtad según Meritxell Batet". En la letra pequeña, el tuteo: "El problema, Meritxell, sois vosotros. Lo sois por aceptar los votos de quienes no creen en la Constitución ni en nada de lo que ella representa. Vosotros, tan comprensivos con los golpistas de Esquerra e incapaces de llegar a ningún tipo de acuerdo con los constitucionalistas".
Y si el jefe tutea, el subordinado, en este caso, Luis Ventoso, trata con una confianza más bien despectiva a la aludida. "Ay, Meritxell" es esta vez el título, donde la presidenta del Congreso queda retratada así: "Batet, de 48 años, es una nacionalista catalana, indulgente -casi genuflexa- con la bancada separatista, irascible y dura con los partidos constitucionalistas de la oposición".
Si hay para Batet, hay para Sánchez
Suma y sigue, El Mundo titula en primera a toda vela "Batet y los socios de Sánchez minan el día de la Constitución". Es el aperitivo para un editorial que incide en lo mismo. La variación es que en este caso, el mayor coscorrón no es para Batet sino para el presidente del gobierno: "No cabe calificar de otro modo que Sánchez pidiera sin despeinarse «cumplir de pe a pa la Constitución» mientras sus propios socios en el Ejecutivo -Podemos- y toda la ristra de formaciones nacionalistas e independentistas que le sostienen la impugnan".
También Libertad Digital prefiere poner el foco sobre el inquilino de Moncloa. Lo hace desde el título: "Sánchez es el principal enemigo de la Constitución". Con eso, sobra el resto, que no deja de ser una repetición en bucle de lo mismo: "Sánchez es el único gobernante del mundo desarrollado que tiene comunistas en el Gobierno y golpistas como socios parlamentarios de referencia. Así que, por más que finja ser su fiel guardián, la Constitución es un papel mojado en sus manos y las de sus socios, que ni siquiera en el aniversario de su proclamación esconden sus intenciones de destruirla".
Jorge Vilches, columnero de Vozpópuli, no se aleja mucho de la matraca oficial: "En el acto del 43 aniversario de la Constitución, Sánchez ha sido en apariencia constitucionalista porque tiene una encuesta que dice que así opina la mayoría de sus votantes. Lo chirriante es que a esos mismos les dé igual que su líder pacte con ERC y Bildu. La única respuesta es que todo vale para apartar a la derecha, incluso ir del brazo de golpistas y filoetarras".
Y para no seguir dando vueltas en la noria, vamos a por el punto final de la mano de Isabel San Sebastián y su patriótica (o más bien, patriotera) filípica de hoy, bajo el encabezado "¡Viva España! ¡Viva la Constitución!". Les sirvo solo un pedacito, que empalaga: "Decir España es mencionar el nombre de una gran nación, determinante en la historia del mundo, que hunde sus raíces en el reino visigodo fundado en el siglo VI, reafirmó en Covadonga su identidad inequívocamente occidental, recuperó la unidad perdida con la reconquista de Granada y protagonizó a partir de entonces una gesta sin parangón, tanto en tierra como en los mares". Piel de gallina y tal.