Están dispersas o más bien diversas las plumas diestras. De ahí ese título un tanto tramposo que le he puesto hoy a la colecta diaria de entrecomillados. Lo del planeta Ómicros es cosecha de Francisco Marhuenda. El director de La Razón está muy creativo esta mañana y la nueva variante del covid le ha dado para los guiones de varias pelis de serie Z. He aquí uno de los argumentos: "Me voy a quedar con que Ómicron invade la Tierra e imagino a Sánchez al estilo Superman o Batman. Una solución sería interpretar que estamos ante una invasión extranjera y declarar el Estado de Guerra. Es evidente que el virus es inteligente y muta, por lo que los omicronianos son claramente unos enemigos peligrosos". De ahí al Oscar.

Sí, al Oscar, porque dice Mayte Alcaraz en El Debate que los Goya son territorio exclusivo del rojerío separatista filoetarra. A la columnera le han hecho rechinar los dientes las tres películas con más candidatura, y especialmente la dirigida por Iciar Bolláin. Lean: "Lo de Maixabel es solo el nodo, la propagandística introducción del largometraje fetén, que desde hace meses se rueda en la Moncloa, coproducido por Pedro Sánchez y Arnaldo Otegi. Bajo el título de MaixabelETA os mató, ¿y qué?.

Otegi cómo no, el apellido más citado hoy en Distralandia. Lo menos que merece es una foto con Pedro Sánchez, reclama Ignacio Varela en El Confidencial: "Si Bildu ha ingresado con todos los honores en la familia Frankenstein, el patrón de esa tribu se merece una foto oficial con el jefe de la familia. También la merece la sociedad española, para que todo quede definitivamente claro. Otegi ha conseguido que los etarras renuncien a su 'ongi etorri', pero ahora es Sánchez quien debe hacer a Otegi el 'ongi etorri' que se ha ganado: recibirlo en la Moncloa, mostrarle la fuente de Guiomar y el subterráneo donde se gestionan las crisis".

Esa mentada renuncia de los presos de ETA a los recibimientos ha dado, como imagina, para mucho. Les ahorro la mayoría y les gloso, a modo de muestra, el editorial de ABC, titulado "Una traición a las víctimas y a la libertad". Aquí tienen un pellizco de la pieza: "Con Bildu, y con asesinos como Kubati, Sánchez está construyendo una mentira infame, porque no es ningún ‘agente político’, sino un asesino. Las coartadas que se brindan PSOE y Bildu son solo una traición a la libertad".

¡Ayuso ganará, ra, ra, ra!

Ese era el segundo editorial del vetusto diario. El primero está dedicado, tachán-tachán, a la gran lideresa, bajo el encabezado "Ayuso se merece el PP de Madrid". ¿Y por qué? Pues porque ella lo vale: "Madrid volvió a poner a Génova en el foco de atención y por delante del PSOE en todas las encuestas. Por eso Ayuso acumula méritos sobrados para que nadie le discuta un liderazgo que merece y se ha ganado a pulso".

Lo curioso es que la lisonja parece no venir a cuento de nada en concreto. El editorialista de El Mundo, sin embargo, sí encuentra una percha para volver a rendirse ante su heroína, a saber, la aprobación de los presupuestos de la comunidad. "PP y Vox escenifican en Madrid la alternativa", celebra el diario de Unedisa. Ese es el camino que hay que seguir: "El pacto entre las dos formaciones es una buena noticia no solo para Madrid sino también para el conjunto de España. Se trata de la comunidad que hoy ejerce de principal motor económico del país; de su estabilidad política y de los positivos efectos de su modelo liberal sobre la creación de empleo y sobre el crecimiento nos beneficiamos todos. Las dos formaciones están obligadas al entendimiento si quieren que en toda España se visualice la única alternativa hoy posible al sanchismo".

Mucho cuidado, que como eso pase, es decir, como llegue Casado a Moncloa, se va a liar parda. Es, por lo menos, la profecía apocalíptica de José Alejandro Vara en Vozpópuli: "Habrá agitación callejera, turbamultas incendiarias, performances salvajes al estilo de Urquinaona en octubre del 19, cuando el ministro del Interior envió a su gente, atada de pies y manos, a la degollina. Revuelta y caos. Tal será el escenario cuando la derecha gane. Sánchez y sus socios necesitan una policía inerme, desarmada. Vienen tiempos de anarquía". Pues entre la invasión de los omicronianos y esto, menudo panorama.