Ánimo, que ya queda menos. Hoy es el aniversario redondo y, si se cumple la ley de la gravedad opinativa, ya pasado mañana estaremos a otras músicas. Pero hasta entonces toca pechar con las matracas de esta conmemoración sobreactuada. ¿Y cuál es el mensaje de la jornada? Pues que ETA ya estaba finiquitada hace diez años gracias a... bueno, ya lo van a leer ustedes.
De entre todas las que vienen a continuación, la versión más canónica es la que espolvorea Pablo Planas en Libertad Digital: "Si ETA dejó de matar fue porque ya no podía, porque la Policía Nacional y la Guardia Civil tenían a los terroristas rodeados y vencidos, sin capacidad de maniobra ni de reacción salvo para los atentados suicidas, algo que no estaba en las previsiones de aquellos miserables a quienes el Gobierno de Zapatero salvó de una rendición sin condiciones. La banda terrorista estaba derrotada y lo que consiguió Zapatero es que pareciera que ETA decidía graciosamente dejar de matar".
El editorialista de El Mundo lo dice con menos palabras, e incluso incluye un par de soplamocos en la formulación: "Porque en contra del relato que quieren imponer al alimón la izquierda abertzale y el indigno interés de este Gobierno en minoría, la banda terrorista no dejó de asesinar por convencimiento, como Otegi quiere hacer creer, sino que fue vencida por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y por la Justicia".
¿Aún no les ha quedado claro? Aquí viene Irene González desde Vózpopuli con una dosis de refuerzo: "Una forma de evitar la confusión que rodea a este deslucido fin de la violencia es que la Guardia Civil y la Policía Nacional fuesen las protagonistas de la celebración de este aniversario, pues el único final de ETA que hubo entonces fue el operativo. El único".
Venga, la penúltima. Esta, a cargo de Josep Martí Blanche (El Confidencial), que incluye algún versículo más a la letanía de la policía: "A ETA la derrotaron el Estado, atacando por tierra, mar y aire todas sus estructuras —no solo el flanco de las bombas y las pistolas—, la extrema debilidad con que operaban los asesinos manchados o no de sangre y también sus cómplices, la dificultad de captar en el mercado más carne de cañón adolescente dispuesta a apretar el gatillo".
Y aunque se nos quedan en las redes otras cuantas, terminamos el concurso de consignas con Francisco Marhuenda, que siempre aporta su toque particular: "La realidad es que ETA estaba acabada y ahora parece, gracias al Gobierno socialista comunista, que hay un relato alternativo a la verdad como escuchamos el lunes de boca del miserable de Otegi".
Antes de continuar con las dos o tres capturas que les he reservado como despedida y cierre, déjenme hacerles notar algo. Casi todos los difusores de esta teoría de la derrota de la banda a cargo del Estado de Derecho suelen decir a día de hoy que ETA no ha sido derrotada. Algo no cuadra.
Es Otegi el que blanquea a Sánchez, según FJL
Vamos ya con el postre prometido. Empezamos con una trufa elaborada por el reputado repostero Federico Jiménez Losantos. El hallazgo reside, en primer lugar, en la paradoja del título: "Otegi blanquea a Sánchez". Y como remate, esto que me siento incapaz de apostillar: "Es que el PSOE es cada vez más etarra. Por eso, la palabra de Otegi es palabra de Jaungoikoa, antes Dios".
Metidos en lo lisérgico, a ver qué les parece esta analogía (siento no haber encontrado una palabra mejor) que se curra el columnero de ABC Hughes. ¿Qué tienen que ver el terrorismo y la sodomía? Lean: "Esto podría actualizarse y no sería de extrañar que la ficción o la realidad inducida presupuestariamente nos mostraran a hombres manteniendo relaciones sodomíticas con los asesinos de sus padres, madres o hermanas, porque una vez que te pones a convivir, te pones con todas las consecuencias (normalizar la sodomía y normalizar las ideas de ETA son los dos grandes logros culturales y políticos del PSOE, y esto sería como un apogeo)".
Mejor me voy retirando, no sin antes dejarles con un clásico en blanco y negro. Lo firma Miquel Giménez en Vozpópuli: "La burguesía vasca tendrá algún día que explicarnos muchas cosas, así como la iglesia que tiene, lamento decirlo, demasiada responsabilidad en el fenómeno terrorista de aquellas tierras. Ahora que se ha puesto de moda pedir perdón por parte de Su Santidad el Papa, sería recomendable que lo hiciera por el papel de la iglesia en las vascongadas. No olvidemos que ETA se funda en un seminario y, a partir de aquí, vayan ustedes contando". Puro repertorio rancio.