El estadounidense Caeleb Dressel dio un nuevo paso para conseguir las seis medallas de oro a las que aspira en los Juegos Olímpicos de Tokio, luego de colgarse este jueves su segunda presea dorada al imponerse en la final de los 100 metros estilo libre con un tiempo de 47.02 segundos, nuevo récord olímpico.
Un registro que permitió a Dressel, ganador de los dos últimos Mundiales, aventajar en tan sólo 6 centésimas al australiano Kyle Chalmers, campeón hace cinco años en Río, y que en esta ocasión ocupó un escalón más bajo del podio.
Y es que la final, pese a la presencia del ruso Kliment Kolesnikov, que firmó el mejor cronometro de todos los participantes en las semifinales, se planteo siempre como un cara a cara entre el nadador estadounidense y el australiano.
Un duelo con dos estrategias radicalmente opuestas, ya que si el objetivo de Dressel era adquirir en los primeros 50 metros la mayor ventaja y resistir hasta el final, la de Chalmers era no perder mucho en el primer largo para aprovechar su explosivo final.
Así Dressel, que llegaba a Tokio con la mejor marca mundial del año con un tiempo de 47.02, salió como un tiro e impuso desde el comienzo un endiablado ritmo que sólo pudo aguantar el ruso Kliment Kolesnikov.
Tal y como demostraron la apenas 10 centésimas en las que Caeleb Dressel, que completó los primeros 50 metros en un tiempo de 22.39, aventajó al ruso Kolesnikov, el vigente campeón de Europa.
Algo más retrasado viajaba el australiano Kyle Chalmers, que afrontó el último largo desde la tercera posición con una desventaja de 32 centésimas con relación al norteamericano Dressel.
Una distancia que Chalmers brazada a brazada comenzó a enjugar hasta parecer en disposición de poder arrebatar el oro a Dressel, que consiguió aguantar el empuje del oceánico y alzarse por tan sólo 6 centésimas con el triunfo con un crono de 47.02.
Registro que permitió a Caeleb Dressel, de 24 años, adornar su medalla de oro con un nuevo récord olímpico, tras rebajar en 3 centésimas la anterior plusmarca olímpica en posesión del australiano Eamon Sullivan desde los Juegos de Pekín 2008.
Completó el podio Kliment Kolesnikov que se alzó con la medalla de bronce con un tiempo de 47.44 segundos, 21 centésimas que el crono que el nadador ruso firmó en las semifinales.
Ledecky cuestiona la corona de Titmus
Si Dressel siguió empeñado en demostrar que no tiene rival posible en la lucha por el título de "rey" de la natación de los Juegos de Tokio, su compatriota Katie Ledecky parece dispuesta a pelear hasta el final la corona a la australiana Ariarne Titmus.
Lo dejó claro este jueves, tras superar con claridad a la joven nadadora oceánica en las series de los 800, la prueba donde Ledecky y Titmus se verán las caras frente a frente en estos Juegos Olímpicos de Tokio.
Y es que si Ariarne Titmus venció a la norteamericana en los 400 libre y los 200, final en la que Ledecky ni tan siquiera logró subir al podio, el pronóstico parece distinto en la de 800, en la que la estadounidense se perfila como la gran favorita.
Sobre todo, tras ver como Katie Ledecky aventajaba, con un crono de 8:15.67, en más de tres segundos a la australiana, que con un tiempo de 8:18.99 no sólo se vio superada por la norteamericana, sino hasta por otras cuatro rivales.
El dato parece confirmar el cambio de tendencia ya visto en una final del 4x200, en la que pese a que ni Ledecky, ni Titmus lograron conducir a su país al oro, que fue para China, el rendimiento de la norteamericana fue claramente superior.
Mientras que Katie Ledecky con una sensacional última posta llevó a Estados Unidos a la medalla de plata, Ariarne Titmus, que abrió e relevo australiano, ni tan siquiera logró dejar en cabeza al equipo oceánico.
Un cambio de tendencia que la estadounidense espera confirmar en la final del próximo sábado con un clara victoria en los 800, que haga decantar a su favor la balanza en la pugna por el título de "reina" de estos Juegos.