El irundarra, Ander Elosegi, volvió a quedarse sin el premio de un metal en unos Juegos, pero al menos sale de Tokio 2020 con su cuarto diploma olímpico en C1 de piragüismo eslalon.
Se marcha el palista del Santiagotarrak de la capital nipona de nuevo con las sensaciones de que podía haberse subido al podio, pero la bajada de la final le 'condenó' al octavo puesto, como en Río 2016. En Pekín 2008 y en Londres 2012 ya había estado incluso más cerca con dos cuartos puestos.
Y es que a la vista de su actuación en la semifinal y a los cronos que marcaban los que bajaron primeros en la final parecía en clara disposición para estar en el podio. Había sido tercero con un tiempo de 103.15, que de haberlo repetido en la última bajada le hubiera otorgado el bronce.
Sin embargo, Elosegi, nacido en Irun hace 33 años, no estuvo fino en el momento de la verdad. Completó un tanto atascado en el recorrido, tocó la puerta 6 que le penalizó con dos segundos, y no encontró la línea.
Para entonces, el esloveno Benjamin Savsek, el mejor en la primera eliminatoria y que en la semifinal no estuvo brillante, había hecho un descenso prácticamente perfecto en un canal al que se adapta muy bien.
Su tiempo de 98.25 estaba claro que era de oro. Elosegi y el resto sabían que tenían que arriesgar para ocupar los otros dos lugares del podio. El vasco llegó contrariado. Se le escapó de las manos de nuevo la gloria, aunque finalmente se hizo con el consuelo del diploma.
Con Savsek, séptimo del ránking mundial, en otra 'liga', la plata se la colgó el checo Lukas Rohan con 101.96, a 3.71 del oro, quien emuló a su padre, que también se subió a los podios en Barcelona y Atlanta.
Otro de los favoritos, el alemán Sideris Tasiadis, número uno del ránking mundial y plata en Londres 2012, había tenido más problemas de los previstos en las semifinales, por lo que salió muy pronto en la final. Aún así defendió todas sus opciones y salvó el bronce con un tiempo de 103.70 que en el momento de finalizar no le dejaba excesivamente satisfecho.
El británico Adam Burgess se quedó a 16 centésimas del podio con 103.86, justo por delante del francés Martin Thomas, el más rápido en la semifinal pero que, con 104.98, se tuvo que conformar con la quinta plaza.
Francia perdió así el reinado de la categoria después de los triunfos del mítico Tony Estanguet en Londres y de Denis Gargaud-Chanut en Río.
El eslovaco Matej Benus, subcampeón olímpico, no pudo enmendar su floja semifinal y acabó sexto con 105.60.
Este martes hay otra cita estelar con la participación en semifinales de K1 de Maialen Chourraut, que defenderá el título obtenido en Río. La vasca, bronce también en Londres, se presenta con el sueño de mostrarse de nuevo competitiva y pugnar por otra medalla.