No todo el mundo está preparado para vivir un día de adrenalina pura. El parapente es, sin duda, una actividad de altura y con la única con la que podrás sentir las nubes con las manos. Experimentar esta sensación es único e indescriptible. Asimismo, es una tendencia novedosa, ya que su aparición es reciente, sin ir más lejos se dice que surgió a finales de la década de los 70, aunque fue en los 80 cuando fue evolucionando y su técnica fue cogiendo forma a nivel de planeo y seguridad. Esta disciplina deportiva apareció entre los montañeros como una forma sencilla y rápida de bajar los altos picos que subían.
Aprende a volar y quítate la inseguridad
No hay que temerle a nada pues en esta aventura siempre se irá acompañado de un piloto experto que te enseñará a volar y a maniobrar. La seguridad está asegurada, y nunca mejor dicho. Son muchas las personas que no se aventuran a lanzarse del avión por miedo o inseguridad, pero existen varios consejos que te ayudarán a vivir la experiencia como por ejemplo, no volar solo y tener en cuenta las condiciones climáticas. De hecho, el Comité Olímpico Internacional anima a practicarlo debido a que este es uno de los deportes con menos accidentes mortales.
Únete a un club o apúntate a un curso
Si la idea es abrirse a esta experiencia, puedes practicar en un club de parapente para familiarizarte con todos los materiales e incluso con los profesionales que se encuentran allí. Después de estar varios días allí, seguro que el día en el que te atrevas a lanzar por el avión todos esos miedos e inseguridades habrán desaparecido. Apuntarse a un curso también es una buena opción.
Vuela con amigos
Este hecho puede parecer una tontería, pero compartir aficiones puede ayudar a quitar los miedos. Estando dentro de un club o asistiendo a varias clases conocerás a gente que sentirá la misma adrenalina que tú. Esto te permitirá interactuar con otros amantes del parapente y recibir consejos. Además, también es posible que sea complicado tomar la decisión correcta sobre a qué sitio de parapente ir a volar y en qué día. Tus amigos podrán llevarte al lugar adecuado en el momento adecuado. Asistir a las reuniones del club te permite ponerte en contacto con los pilotos locales y los entrenadores presentes para ayudar a los pilotos principiantes a progresar.
Ten buena actitud
Es algo que has decidido hacer tú, por lo que tener se supone que la actitud para el aprendizaje será buena. No obstante, como decíamos, el miedo puede obstaculizarte y negarte en algún momento en practicar este deporte. Para ello, ve con buena mentalidad a los cursos, pensando en que va a ser una experiencia única que tal vez solo practicarás una vez en la vida.
Cuatro lugares para practicar parapente
Sopelana (Bizkaia)
Sopelana es uno de los lugares de Bizkaia más atractivos para practicar parapente. A vista de pájaro se puede ver la playa de Azkorri en Getxo y si el día está despejado se podrá ver hasta el puntal de Laredo en Cantabria mirando al Oeste. Si por lo contrario miramos al Este veremos Barrika una gran formación rocosa. Pasando Barrika podremos ver el Faro de Cabo Villano.
Orozko (Álava)
Orozko es junto a Orduña y Sopelana uno de los sitios más emblemáticos del vuelo libre en Bizkaia. Este vuelo es de una belleza indescriptibleya que se podrá contemplar unas bonitas vistas al Gorbea, Itxina y otros picos como Oderiaga. Si todavía no habéis volado en Orozko esta es una oportunidad única para conocer esta zona de vuelo que no os decepcionará.
Monte Kukuarri (Gipuzkoa)
En Gipuzkoa se encuentra el monte Kukuarri desde donde muchos paracaidistas se lanzan con el fin de vivir una experiencia única. Así, desde la playa de Orio se forma todo un arco iris de colores que los visitantes que se encuentran por la zona no pierden de vista. Será en ese mismo lugar en el que aterrizan.
Genevilla (Navarra)
Los paisajes de Navarra son tan impresionante que merece la pena disfrutarlos desde las alturas con unas vistas inmejorables. Por eso la zona de Genevilla es perfecta para lelvar a cabo un vuelo en parapente que te dejará la boca abierta. Lo que más llamará tu atención desde el parapente será sin duda la Sierra de Codés, que es parte de la Sierra de Cantabria. También se sobrecuela por las montañas de forma rápida.