teven Spielberg tardó 25 años en volver a ver ‘La Lista de Schindler’. Fue en un pase especial en el Tribeca Film Festival de Nueva York de 2018, que quiso homenajear una de las cintas más emocionantes y laureadas (7 premios Oscar) del Rey Midas de Hollywood reuniendo a todo su elenco durante la proyección, de más de tres horas de duración. En el coloquio posterior participaron Liam Neeson (Oskar Schindler), Embeth Davidtz (Helen Hirsch), Ben Kingsley (Itzhak Stern) y Carolina Goodall (Emilie Schindler). Las palabras que Spielberg pronunció tras el visionado cobran, si cabe, más trascendencia ahora que vuelven a sonar los tambores de guerra en Europa y un nuevo drama humano desfila ante la incredulidad de nuestros ojos. “Las historias de los supervivientes del Holocausto deberían ser un requisito para graduarte en el instituto. Debería ser parte de los programas de estudio de todas las escuelas de este país”, dijo.

Convertido en todo un clásico pese a su corta edad -se estrenó a finales de 1993-, se volvió a mostrar en las pantallas de cine en una versión remasterizada en 2019. ‘La Lista de Schindler’ es una descarnada y estremecedora mirada sobre el exterminio judío y los crímenes que cometió el nazismo. Hay muchas películas sobre este periodo histórico, pero pocas tienen la fuerza y el impacto de la obra maestra de Spielberg. Cuenta la historia real de Oskar Schindler, un hombre de negocios tan astuto como cínico que, tras la invasión de Polonia por parte de los alemanes, logra la propiedad de una fábrica en Cracovia. Miembro del partido nazi, de alma contradictoria, no duda en explotar a trabajadores judíos al tiempo que irá descubriendo los horrores de la sangrienta y depurada maquinaria nazi de la que forma parte.

Rodada durante 72 días en Polonia en riguroso blanco y negro, algunas secuencias tuvieron que grabarse en los mismos campos de concentración donde los judíos fueron gaseados. A Liam Neeson, según desveló en el pase de Tribeca, le temblaron las piernas cuando a las puertas de Auschwitz, uno de los productores, Branko Lustig, le confesó que había permanecido preso dos años en ese mismo lugar. “El trauma se respiraba en todas partes”, subrayó Spielberg, que con esta película se metió a la crítica en el bolsillo, rompió unos cuantos clichés sobre su cine de aventuras y ciencia ficción y logró un rotundo éxito de público recaudando más de 300 millones de euros. En 2007, el Instituto Estadounidense del Cine incluyó el largometraje entre las 10 mejores producciones estadounidenses de la historia.

Como ‘El Pianista’ de Roman Polanski en 2002, la famosa frase “quien no conoce su historia está condenado a repetirla” planea todo el tiempo sobre la película. ‘La Lista de Schindler’ está basada en la novela de ficción histórica ‘El arca de Schindler’ del escritor Thomas Keneally. Publicada en 1982, ganó el premio Booker inspirándose en un capítulo real del superviviente del holocausto judío Poldek Pfefferberg.

Otro pedazo de historia se recuperó recientemente cuando en 2013 se puso a la venta el documento original de 14 páginas, firmado por el propio Oskar Schindler, con los 801 operarios judíos que trabajaban en su fábrica y se libraron de las cámaras de gas del Tercer Reich en un acto heroico. Se calcula que el empresario alemán pudo haber salvado la vida de un total de 1.200 judíos. La lista original, perteneciente a Pfefferberg, sirvió primero para escribir el libro de Keneally, y en la actualidad está en el poder de la empresa Moments in Time, que cuenta con un impresionante catálogo documental; desde cartas originales de Obama o Martin Luther King, a autógrafos de personajes famosos o el ‘Blowin´ in the wind’ de Bob Dylan escrito con su puño y letra. La lista sigue en la web en busca de un comprador. Cuando salió en Ebay el 19 de julio de 2013 el precio de salida era de 3 millones de euros y no hubo ninguna puja.

El poster oficial muestra la mano de una niña sujetada por la mano de un adulto. Los números de los prisioneros judíos de los campos de exterminio ocupan el cartel y se deja entrever la manga de una prenda roja. Es el único toque de color en toda la película y protagoniza una escena inolvidable. Los judíos polacos se ven obligados a abandonar sus casas en mitad de la barbarie y son conducidos al paredón de los fusilamientos. De repente, en la calle aparece una niña con un abrigo de color rojo que logra escapar. Se refugia en una casa. En lugar de recrearse en los detalles de la huida in extremis, Spielberg toma distancia desde la lejana y conmocionada visión de Liam Neeson. Interpretada por Oliwia D?browska, la niña “simboliza a toda la comunidad de judíos y víctimas del holocausto. Por eso está de rojo. Es el color de la sangre”.