stamos en Matera, una de las ciudades más antiguas del mundo y que está situada en el sur de Italia. Nos es muy grande. Tiene poco más de 60 mil habitantes y puede que sea una gran desconocida para los turistas pese a ser Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1993. Pero, ¿cómo ha pasado de ser una ciudad desconocida y algo apartada en Italia a tener esta distinción?
Es gracias a la historia que se puede encontrar en las piedras que tiene en sus calles. Sí, en sus piedras, en su arquitectura y en su forma. Todo visitante que llega allí sentirá que ha retrocedido en el tiempo y tendrá que mirar en numerosas ocasiones a su teléfono móvil para comprobar que no ha viajado en el tiempo y que sigue, por tanto, en el siglo XXI. La ciudad de la piedra, tal y como se conoce al centro histórico de Matera excavado en la misma montaña, está habitada al menos desde el Paleolítico y se cree que los romanos fundaron la ciudad en el siglo III a. C. lo que la convierte junto a Alepo, en Siria, y a Jericó, en Palestina, en algunas de las ciudades más antiguas de todo el mundo. En lo que al centro histórico de la ciudad italiana se refiere se han encontrado objetos del siglo III a. C. y se ha podido ver como desde entonces muchas de las casas que se internan en la piedra caliza del barranco -denominadas como cuevas- han sido habitadas sin interrupción desde la Edad de Bronce -desde el 3000 a.C. hasta el 1200 a. C.-.
Así que, tal y como hemos dicho las piedras de Matera -en italiano sería ‘Los Sassi de Matera’- fueron nombradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco a principios de los años 90 y de esta manera la ciudad italiana se convirtió en la primera localidad del sur de Italia en aparecer en la lista de la Unesco. Una de las razones principales por las que se le tomó en cuenta es por lo que aportan las piedras al ecosistema urbanístico de Matera, lo que en definitiva la convierte en algo único. En este sentido, es increíble ver cómo pueden convivir en el tiempo maneras de vivir normales en la prehistoria con el estilo de vida de hoy en día que obviamente es mucho más moderno. Un ejemplo de esto es ver que hoy en día hay personas que continúan viviendo en las cuevas como se hacía hace muchos años.
No cabe duda de que en Matera además pueden ser considerados como un gran ejemplo del buen trato y cuidado que se ha hecho de la historia a diferencia de otras ciudades como Roma, sobre el papel mucho más importantes, que no tienen nada cuidadas por ejemplo sus calles. La ciudad del sur de Italia en cambio ha invertido, ha dedicado esfuerzo y ha demostrado además de que el pasado puede convivir con el presente de una manera única.
Una de las primeras cosas que tendremos que hacer en Matera es perdernos en sus calle, callejuelas y sentir la ciudad a nuestra manera. Sin pretensiones y sin comprobar qué ver. Lo importante en esta ciudad es hacerla nuestra y disfrutar de su historia de una manera única, una historia que tendremos al alcance de la mano y delante de nuestros ojos.
Una vez hayamos hecho esto tendremos sensaciones muy personales y una ligera sensación de pena por el mero hecho de pensar que estamos de viaje, haciendo turismo y que por tanto, puede que no podamos disfrutar más de esas calles más o al menos hasta que volvamos. Aun así, disfrutemos del tiempo que estemos en esta pequeña ciudad al sur de Italia y disfrutemos, como no, de las famosas ‘Sassi de Matera’. Es uno de los monumentos más visitados de todo Italia y se trata del antiguo asentamiento de viviendas construidas en las rocas, conocidas también como cuevas. Son espacios estrechos, casas adaptadas en rocas, iglesias rupestres y terrazas, entre otros. Lo asombroso es la forma en la que todo lo mencionado está adaptado al terreno y cómo el paso del tiempo no ha impedido que todavía hoy sea totalmente habitable. Para disfrutar de Matera y de los sassi hay que esperar al atardecer, cuando el sol empieza a descender y da paso a un anochecer que hace una postal prácticamente única de la ciudad.
Otra de las zonas que tenemos que visitar son el Sasso Caveoso y el Sasso Barisano. El primero es un barrio que se extiende al sur de la ciudad de Matera, mientras que el segundo es el más famoso de todos, el más construido y urbanizado. En el Caveoso podemos encontrar la Iglesia de San Pietro Caveoso, construida entre los siglos XIII y XIV, y la Casa Grotta - conocida como la casa cueva-, un lugar imprescindible de visitar en Matera, donde se muestra como vivía hace décadas una familia de campesinos, en una de las casas incrustadas en las rocas. Por otro lado en el Sasso de Barisano, en cambio, además de iglesias y viviendas alberga decenas de tiendas, restaurantes y hoteles.
Entre los imperdibles en la visita destacaremos la Catedral y el mirador de Matera. En cuanto a la Catedral, se encuentra en la parte más alta de la ciudad y desde la terraza del Duomo podremos disfrutar de unas magníficas vistas de la región. Es del siglo XIII y se trata del principal edificio, religioso o civil, que se puede visitar en Matera. En cuanto a la construcción cabe destacar que tiene un campanario de 52 metros de altura, visible desde cualquier punto de la ciudad.
Finalmente, no nos podemos ir de esta localidad italiana sin visitar algunos de sus miradores o terrazas. Uno de los principales para ver tanto de día como de noche es el mirador Monterrone, ubicado junto a la Iglesia Rupestre Santa María de Idris, desde donde tendremos las mejores vistas del centro histórico.
“En el centro de la ciudad podemos ver solo cuevas y ahí se puede ver toda la evolución desde la prehistoria. Se la considera una de
las ciudades más antiguas que
existen en el mundo”