Resulta curioso descubrir que México haya sido el creador del pádel, deporte que emula al tenis y que está expandido a nivel internacional. Su origen, tal y como indican los libros de historia, se encuentra en el frontón Las Brisas en el año 1969. Allí, el azteca Enrique Corcuera tomó la decisión de incorporar al frontón que tenía una pared de aproximadamente tres metros de altura en la pared opuesta a la que ya tenía. Además, colocó una red en el medio y deidió cerrar los costados con cuatro paredes de una altura media. Esta pista tenía 20x10 metros y en los fondos puso paredes de 3 metros y rodeó todo con una valla metálica.
Las reglas que se usaban al comienzo, en su creación, eran iguales que las que tiene el tenis, pero con la variante que en el pádel se podían utilizar las paredes durante el juego o el transcurso del partido. "Toda mi vida he jugado al baloncesto hasta que me retiré porque ya no era lo mismo seguir jugando. Desde entonces de vez en cuando he vuelto a jugar con algún compañero de trabajo pero hoy día, sin duda, a lo que más suelo jugar es al pádel en la pista que tenemos en la urbanización donde vivimos aquí en Donosti", confiesa el escritor guipuzcoano Jesús Valero en este número de IN.
Desde la creación del pádel en México poco a poco ha ido viviendo un crecimiento exponencial, aunque para ser exactos o más concretos el primer país al que se expandió en todo el mundo fue España y en el año 1970. Todo se debió a la gran amistad que tenía el creador del pádel, Enrique Corcuera, con el príncipe Alfonso de Hohenlohe-Langenburg, que fue un noble y promotor inmobiliario germano-español, promotor de numerosos complejos turísticos en la Costa del Sol y fundador del Marbella Club. También fue empresario vinícola con los Viñedos y Bodegas Príncipe Alfonso de Hohenlohe, en Parchite, cerca de Ronda.
De esta manera, en 1974 Alfonso de Hohenlohe-Langenburg quedó tan prendado del pádel en su visita a México que a su vuelta a España decidió crear las primeras pistas de pádel en el Estado. Al año siguiente el millonario argentino Julio Menditegui en una visita a Málaga, donde el antes mencionado príncipe germano-español había creado la primera pista de pádel, se enamoró tanto del deporte que decidió importarlo a su país natal. Convirtiendo así a Argentina en el segunda país en Latinoamérica donde se practicaba el pádel por detrás de México, donde se creó. Además, tal fue el éxito que consiguió el pádel que llegó a ser en muy poco tiempo el segundo deporte más practicado del país, detrás del fútbol que hasta el momento no tenía ningún rival.
Tras esto y en 1985 Argentina se convierte en el epicentro mundial del pádel. Empiezan a aparecer torneos, premios monetarios y todo tipo de acciones que no hicieron más que profesionalizar de algún modo este deporte. Así, fueron apareciendo muchos jugador pero destacó la pareja formada por Javier Maquirrain y su hermano Gustavo. Ambos fueron los primeros número uno del ranking mundial de pádel. Tras esto, en 1988, llegó el primer campeonato internacional hispano americano y se disputó en Mar de Plata, en Argentina. Ganó la pareja argentina antes mencionada a los también argentinos Alejandro Lasaigues y Horacio Álvarez Clementi.
En la década de los años 90 logró su plenitud internacional y la pareja dominadora fue la formada por los argentinos Alejandro Lasaigues y Roberto Gatttiker. Con el paso de los años los grandes torneos se empezaron a establecer poco a poco en todo el mundo, así como los premios monetarios y patrocinadores empezaron a asentarse. De esta forma, pasó de ser algo que tan solo sucedía en Argentina a hacerlo en todo el mundo. Así, a finales de los años noventa el pádel empezó a perder fuerza en Argentina y en cambio empezó a crecer en toda España. Cabe destacar a la pareja formada en 2001 por Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín que se convirtieron en la mejor pareja de la historia del pádel manteniendo el primer puesto del ranking mundial durante 13 años consecutivos, y ganando además, 170 finales de las 191 que disputaron. Impresionante.
reglas del pádel
El pádel es un deporte que se juega en parejas y consta de tres elementos fundamentales, uno es la pelota, otro la pala y por último, la pista en la que se juega. Consiste en hacer botar la bola en el campo contrario, con la posibilidad de rebotar en las paredes del rival. Esto es quizá lo que desde el principio llamó la atención y lo diferenciaba del tenis. Un partido se juega al mejor de tres sets, así que una pareja debe ganar dos sets para ganar el partido. De esta manera, igual que sucede en el tenis, el que primero gane seis juegos con una diferencia mínima de dos respecto a su rival será la pareja que gane el set. Por otro lado, si se empata a seis juegos habría que hacer lo que se conoce como 'tie-break'. Consiste en seguir jugando y el que consiga ganar dos tantos seguidos se llevará el set. Por último, en el caso de empate a un set, y siempre que se haya establecido así, podrá jugarse el tercer set hasta que una pareja consiga dos juegos de ventaja respecto a su rival.