El gran público, el que consume principalmente televisión generalista en abierto y no lo hace en las plataformas o cadenas de pago, la perdió de vista hace diez años, después de dos décadas en las que se convirtió en uno de los rostros más populares de la pequeña pantalla. Pero Paula Vázquez está de vuelta. Va a retornar a La 1, allá donde comenzó a ser conocida en 1993, y lo va a hacer con una de sus especialidades, los concursos: va a presentar El puente de las mentiras, un programa en el que un equipo de famosos competirá cruzando un puente tratando de avanzar pisando las verdades y evitando las mentiras.

Fue otro concurso el que dio a conocer a la gallega, nacida hace 48 años en Ferrol (A Coruña), ciudad que abandonó a los trece años para comenzar a vivir en Barcelona y trabajar como modelo, con lo que habla con fluidez el gallego y se desenvuelve bien en catalán. Chico Ibáñez Serrador la descubrió y la convirtió con apenas 18 años en azafata del mítico Un, dos, tres de TVE, del que salieron otras grandes figuras como Victoria Abril, Silvia Marsó, Lydia Bosch, Kim Manning, Nina y muchas más.

Su labor como azafata la impulsó y la llevó un tiempo después a Antena 3, donde presentó un original concurso junto a Àlex Casanovas. Se llamaba No te olvides el cepillo de dientes porque los participantes, si ganaban, emprendían un espectacular viaje desde el plató sin pasar por casa, y las 250 personas que estaban en el público podían marcharse también directamente a Canarias.

En aquellos años probó también la interpretación. Lo hizo en la recordada serie de Antena 3 Canguros, en la que sustituyó en 1995 a Silvia Marsó y compartió piso con Maribel Verdú, Ana Risueño, Lia Chapman y Mar Flores. La serie funcionó bien y Paula Vázquez siguió durante un tiempo en la cadena de San Sebastián de los Reyes antes de dar el salto a Telecinco en 1998.

Paula Vázquez, junto a Mar Flores, Maribel Verdú y Ana Risueño en la serie ‘Canguros’ (1995) . Antena 3

En la cadena amiga se hizo fuerte en los concursos. Su proyecto más estable fue El juego del Euromillón, un concurso diario de cultura general que presentó entre 1998 y 2001 y con el que se intentaba familiarizar a los espectadores con la nueva moneda, el euro, que iba a comenzar a ser oficial en 2002. A la vez, la gallega conducía, junto a Juan y Medio y a Juanma López Iturriaga, el programa semanal Inocente, inocente.

Rostro de realities

Ese mismo año dio el salto a los realities, estrenándose en la tercera edición de Gran Hermano, la que presentó Pepe Navarro entre las 15 que condujo Mercedes Milá. Su labor era esperar a los concursantes expulsados fuera de la casa de Guadalix y obtener sus primeras palabras.

Eso la llevó de vuelta a Antena 3 para presentar desde República Dominicana la adaptación de Supervivientes llamada La isla de los famoS.O.S., La selva de los famoS.O.S. y Aventura en África. Cuatro ediciones emitidas entre 2003 y 2005 y en las que se convirtió en la presentadora enviada a la isla. Tan popular se hizo por los bikinis que lucía en las conexiones que acabó lanzando su propia línea de ropa de baño.

La gallega, desde la República Dominicana en 'La isla de los famoS.O.S.'.

La gallega, desde la República Dominicana en 'La isla de los famoS.O.S.'. Antena 3

En 2006 probó suerte de nuevo con la interpretación, con la serie Divinos junto a Santi Millán, pero la audiencia dio la espalda a esta producción y se canceló rápidamente, abandonando su faceta de actriz y centrándose en la de presentadora.

Tras una vuelta fugaz a Televisión Española, la gallega fichó en 2008 por Cuatro, donde se embarcó en dos de sus proyectos más exitosos, de nuevo realities: Fama, ¡a bailar! (cuatro ediciones) y la primera entrega de Pekín Express.

Un nuevo retorno a Antena 3 se saldó con varias campanadas de fin de año y con el éxito de las dos ediciones del programa musical El número 1, que presentó ella en 2012 y 2013, aunque la cadena no le renovó el contrato y de 2014 a 2017 estuvo alejada de la televisión.

Años después afirmó que se vio obligada a detener su carrera profesional debido a la ansiedad y a una depresión. “Se me había caído el pelo y tenía todos los síntomas de una depresión, pero no fui consciente de que la tenía”, afirmó en una entrevista.

Ya no volvió a ninguna cadena de televisión generalista, sino que desde entonces participó en un proyecto de Netflix, Ultimate Beastmaster (2017), convirtiéndose en la primera presentadora española en trabajar con esa plataforma. Además estrenó el docurreality El Puente en el canal 0 de Movistar Plus, cadena que recuperó con ella al frente Fama, ¡a bailar! Su último programa (2021) fue el reality de postres con famosos Celebrity Bake Off, que ha presentado junto a Brays Efe en Amazon Prime Video.

Familiar, gallega orgullosa y comprometida socialmente

Basta con seguirla en sus redes sociales para comprobar que Paula Vázquez es una mujer muy apegada a sus raíces, tanto familiares como geográficas. La ferrolana vuelve cuando puede a su tierra natal y presume de Galicia, del mundo rural y de los paisajes y playas que conoció de pequeña. “Eu son da Galicia profunda”, ha escrito en muchas ocasiones, utilizando también el gallego que habla a la perfección pese que a los 13 años se trasladó a Barcelona. Allí, en L’Hospitalet de Llobregat, ha vivido junto a su padre (sus progenitores estaban separados), muy protagonista en sus redes sociales, sobre todo tras serle diagnosticado un cáncer de pulmón en plena pandemia. Era la propia Paula la que lo acompañaba a las sesiones de quimioterapia y, aunque a principios de 2022 afirmaba que había superado la enfermedad, finalmente su padre falleció a finales de marzo de este año, motivo por el que Paula Vázquez ha estado ausente de sus redes sociales de diciembre a junio, cuando se ha anunciado su regreso a la televisión.

Muy celosa de su intimidad, ha tenido diferentes novios, pero asegura que para ella no es imprescindible un hombre en su vida y hace años decidió congelar óvulos por si un día decidía ser madre. “No necesito que venga un señor a hacerme un hijo. No quiero el compromiso de que sea padre conmigo y formar una familia, no lo necesito. Lo puedo hacer sola, tú tranquilo. Si alguien se acerca, bienvenido sea”, afirmó.

La gallega es una feminista declarada y no esconde su ideología: es de izquierda y lo muestra con orgullo con sus declaraciones y con sus publicaciones de Instagram, donde apoya todo tipo de causas y luchas sociales: del feminismo al colectivo LGTBI pasando por la memoria histórica, la salud mental, el ecologismo, el drama de la inmigración, la Ley Rhodes para la infancia y un largo etcétera.

La gallega, sentada en un banco con los colores de la bandera LGTBI.

La gallega, sentada en un banco con los colores de la bandera LGTBI. Instagram (@paulavazqueztv)