Alejandro Sanz, un momento difícil para una estrella de la música

Nacido en Madrid el 18 de diciembre del 68, sus raíces son cien por cien andaluzas. De ahí heredó el acento, el toque aflamencado de sus canciones y su amor por el sur, donde pasó todos los veranos de su infancia. Pero, sobre todo, su pasión por la música.

Durante su infancia, Alejandro era un niño revoltoso que creció en el barrio madrileño de Pueblo Nuevo junto a su hermano mayor, Jesús, y sus padres. Él quería ser zapatero, pero también le gustaba la música, y su padre correspondió a su afición regalándole cuando tenía 7 años su primera guitarra. Le gustó tanto que, en varias ocasiones, Alejandro se escapaba de casa con su guitarra para cantar en locales de la costa andaluza a cambio de un plato de comida. Desde entonces asistió a clases para aprender a tocar y a los 11 años ya componía canciones. Al cumplir los 13 años, la familia se trasladó a Moratalaz y allí se dio cuenta que quería ser cantante e iba a luchar para conseguirlo. 

No destacó de joven en los estudios, con una actitud inquieta y rebelde, hasta que llegó a la academia de formación profesional Teide, donde empezó a estudiar Administración. Su director logró centrarlo en el ámbito académico y, gracias a su buena relación, años más tarde, lo contrató como gestor.  

Primeros discos

Sus primeros trabajos fueron en estudios para hacer coros y acompañamiento musical a otros artistas hasta que, finalmente, grabó su primer disco. Lo hizo en 1988, con 20 años, y se llamó ‘Los chulos son pa’ cuidarlos’, bajo el pseudónimo de Alejandro Magno. Fue un trabajo de flamenco-fusión con toques de música tecno, pero apenas se despacharon 500 copias. Tres años después la situación cambió totalmente al publicar su primer disco como Alejandro Sanz, ‘Viviendo deprisa’, el álbum más vendido de aquel año y con el que alcanzó nada menos que 9 discos de platino (900.000 copias) solo en España.

Con aquel álbum, además, el 14 de noviembre de 1991, vivió su primer gran concierto en el pabellón del Real Madrid. Su vida cambió, al igual que la de su familia. Alejandro le montó una peluquería a su madre, a su padre le regaló un Mercedes y se mudaron a una casa lujosa de 600 metros cuadrados en la zona norte de Madrid.

Dos años después llegó el álbum ‘Si tú me miras’, que superó el medio millón de copias, y en 1995, con ‘Alejandro Sanz 3’, vendió 800.000 discos. Pero aún no había llegado su reconocimiento mundial, que estalló en 1997 con ‘Más’, disco con el que vendió más de 5 millones de copias, la mitad fuera de España y que contenía el premiadísimo single ‘Corazón partío’. En el año 2000 Alejandro Sanz publicó ‘El alma al aire’, su primer disco grabado en Miami y que en tan solo una semana rompió el record de ventas en España con un millón de copias vendidas.

Alejandro Sanz, en una de sus primeras actuaciones, a principios de los 90. YouTube

El éxito prosiguió con su aclamado ‘No es lo mismo’ en 2003, y las cifras ya comenzaron a bajar en 2006 con ‘El tren de los momentos’, también debido al cambio de formatos de consumo musical y a la decadencia del compact disc. Eso sí, sigue siendo un referente musical, componiendo discos y saliendo de gira, llenando pabellones y estadios como en la actual gira ‘Sanz en Vivo’.

El cantante no solo se dedica a la música, sino que, gracias a su solidaridad, ha colaborado con distintas asociaciones como Médicos sin Fronteras o Infancia sin Fronteras, en beneficio de la que realizó una exposición de fotografía en 2005. También fue muy reclamado para colaborar con otros artistas. Lo hizo con Juanes, Calle 13 o Carlos Baute, sin olvidar a Shakira, con el bombazo ‘La tortura’ o ‘Te lo agradezco, pero no’.

Relaciones amorosas

La vida amorosa de Alejandro Sanz también ha generado muchos titulares. Alba Molina fue una de sus primeras relaciones, apenas duraron unos meses, entre agosto y noviembre de 1994. Luego estuvo con Jaydy Michel. Se conocieron cuando Alejandro cantó ‘Corazón partío’ en aquella época en una cena en casa de Luis Cobos y la terminó en boda en Bali (Indonesia) el 30 de diciembre de 1998. En el 2001 nació su primera hija, Manuela, y cuatro años más tarde, en julio del 2005, anunciaron su ruptura tras un tiempo separados sin hacerlo público para no causar un disgusto a su padre, Jesús, que falleció poco antes.

Alejandro Sanz ha sido siempre una persona reservada con su vida privada, pero una vez hizo público en un comunicado de prensa que tenía un hijo secreto, Alexander, nacido en 2003, fruto de una relación extramatrimonial con la estilista y diseñadora de moda Valeria Rivera. Tuvo que comunicarlo para evitar un supuesto intento de chantaje de su mayordomo y la mujer de este. El reconocimiento de este hijo, su separación y la presión mediática, le obligaron a cancelar sus conciertos en junio de 2007 y tuvo que empezar con una terapia.

A pesar de todo, ese mismo año, comenzó a una relación con Raquel Perera. En junio del 2011 nació su tercer hijo, Dylan y, en abril de 2012, murió su madre. En honor a ella, Alejandro escribió en Twitter: ❝Se fue la jefa... La vida sigue, pero mal❞. La buena noticia para él fue su boda con Raquel en su finca de Jarandilla de la Vera, en Cáceres. Los tres hijos estuvieron presentes en la boda, y Manuela fue la madrina. El 24 de julio de 2014 fue padre por cuarta vez con el nacimiento de Alma. En 2019, tuvo una crisis matrimonial con Raquel y, para evitar más problemas, ambos acordaron tomar caminos separados y se divorciaron. Ese mismo año confirmó su relación con Rachel Valdés, ya que fueron vistos dando un paseo por Miami. Entre ellos existía una diferencia de 20 años de edad, pero eso no los detuvo para seguir adelante. Se conocieron por un amigo en común y, tras más de tres años de relación, su historia se acabó.