Ni lavadora ni lejía: el método casero para dejar la ropa blanca como nueva

Conseguir que las prendas blancas se mantengan brillantes el día es todo un reto. El paso del tiempo, los lavados, el desgaste y otros factores, hacen que prendas como camisetas, y textiles como toallas y sábanas acaben amarillentas o grisáceas. Aunque hay muchos productos para dejarlas limpias, a simple vista no es tan sencillo como parece.

Como alternativa, podemos apostar por remedios caseros, muy útiles para recuperar el brillo de las prendas, sin gastar mucho dinero y respetando el medio ambiente. Son recursos accesibles para todo el mundo, tal y como afirman, medios como ‘El Economista’. 

Un método con solo dos ingredientes

La preparación para este truco de limpieza casero solo exige dos ingredientes: agua oxigenada y permanganato potásico. Con estos dos objetos, conseguiremos eliminar las manchas más difíciles y aclararemos las prendas.

Eso sí, hay que tener en cuenta que única y exclusivamente se debe aplicar en todas aquellas prendas que sean de color blanco, por lo que debe hacerse con mucha cautela y preocupación para no afectar a la ropa. 

Proceso de limpieza

En primer lugar, hay que coger un litro de agua caliente y echar una cantidad pequeña de permanganato de potasio. El agua se volverá de un color violeta muy intenso; entonces, se puede dejar la ropa un tiempo aproximado de diez minutos.

Más tarde, y sin enjuagar todavía, hay que meter la prenda a un segundo recipiente que tenga agua caliente, junto con diez mililitros de agua oxigenada. En este punto, las prendas deben dejarse unos veinte o treinta minutos más. 

Por último, es suficiente con sacar la prenda y luego enjuagar con agua fría. A continuación, se deja secando al sol y, cuando esté lista, podremos ver que habrá recuperado ese tono banco tan luminoso, como si estuviera nueva. 

Precauciones necesarias

Como el permanganato de potasio es un oxidante fuerte, hay que tomar precauciones para evitar consecuencias fatales. Es preferible usar guantes y gafas de protección, además de evitar el contacto con la piel e inhalar polvo.

Tampoco podemos dejar de lado el papel que juega el agua oxigenada: elimina las partículas residuales y neutraliza el exceso de permanganato, algo clave para que el resultado final se vea bien. 

Otros remedios caseros para devolver el blanco

Hay muchas alternativas económicas, caseras y fáciles de aplicar para que la ropa vuelva a tener ese color blanco impoluto. Una de ellas, todo un clásico, es el bicarbonato de sodio: basta con echar media taza al ciclo de lavado para que las fibras se vuelvan más suaves. 

Asimismo, el vinagre blanco es fundamental para acabar con el mal olor que adquiere la ropa y a que los tejidos se mantengan frescos y en buen estado. Es fácil de conseguir y no resulta muy caro, por lo que es un recurso interesante. 

Otro remedio muy práctico es dejar la ropa en remojo en agua caliente, tras haberle echado rodajas de limón. Una solución que ayuda a recuperar la blancura por ser un ácido natural. Por no hablar del sol, que potencia el vaquero y deja las prendas más limpias.