Una de las zonas de casa que más se descuida a la hora de la limpieza son las repisas de las ventanas y los balcones. Al estar en una posición casi inaccesible, a menudo se pasa por alto y no se cuida como es debido. Y es que el mármol, el material del que están hechas, necesita de un buen mantenimiento para no perder sus propiedades

Aun así, no hay por qué dejar de lado esta área del hogar. Existen muchos métodos para poder mantener la repisa del balcón o la ventana limpia como el primer día y sin muchas complicaciones, recurriendo a trucos sencillos y en pocos minutos. 

Un método eficaz

Antes de empezar con el proceso, debemos recordar que los objetos que se suelen colocar, como adornos o plantas, hay que guardarlos en el interior de la casa. Al terminar, se pueden poner de nuevo en su sitio. 

Después, se debe eliminar la primera capa de suciedad y polvo usando un estropajo o paño húmedo. Con este paso, el mármol estará preparado para tratamientos que le devolverán el tono blanco del principio.

A continuación, uno de los mejores métodos que hay es preparar una mezcla con bicarbonato de sodio, limón y agua tibia. También hay que coger un cepillo de cerdas fuertes y frotar suavemente en las manchas oscuras. Como resultado, se recupera el color y se elimina la suciedad. 

Las manchas persistentes

En el hipotético caso de que las manchas siguieran ahí, se puede añadir una pasta de agua y bicarbonato en la zona elegida. Durante unos quince minutos, la mezcla debe dejarse actuar para que haga efecto en el mármol y luego enjuagar con agua limpia. 

Otro recurso que existe es el amoniaco, echando varias gotas en un algodón y luego frotando directamente en la zona señalada. Un remedio que sirve para poner fin a la suciedad más resistente, aunque debe hacerse siempre con moderación. 

Ventanas relucientes reflejan el cielo azul Freepik

Un acabado con jabón de Marsella

Con la idea de que la repisa recupere su brillantez, se puede utilizar el jabón de Marsella. Se echan varias gotas en agua tibia y usando un cepillo, se limpia la superficie entera. Acto seguido, se enjuaga con agua limpia y se seca con un trapo para evitar marcas.

Asimismo, elegir el día correcto también influye mucho. A ser posible, es una tarea que debe hacerse en un día fresco y soleado, para que el calor haga que el secado sea mucho más rápido y efectivo. 

Consejos extra para una repisa limpia

Existen otros métodos que son de gran ayuda para que las repisas se mantengan en buenas condiciones. Una de ellas es limpiarlas dos veces al año para que la suciedad no se acumule, al igual que poner protectores bajo las macetas o adornos, para evitar la humedad. 

Otro recurso útil es no utilizar detergentes industriales fuertes, porque pueden estropear el mármol para siempre. Es un material que se ve afectado con los químicos agresivos y se recomienda, en su lugar, optar por otros métodos. 

Del mismo modo, se aconseja secar la superficie después de los días de lluvia. Esto se debe a que el agua, cuando se acumula, puede dejar manchas complicadas de eliminar, de ahí que hay que actuar con rapidez.